Un hecho curioso se dio en la Superliga femenil de Rumania, durante el partido entre el CFR Timisoara y el REAL Craiova.
La portera del Craiova no tomó de buena forma su expulsión y trató de agredir al árbitro varón, pero fue detenida por sus compañeras.
Tal fue el enojo de la guardameta, que se despojó de su jersey lo que sorprendió a los aficionados presentes.
En la jugada también fue expulsada la portera del Timisoara. El marcador final fue 3-2 en contra del Craiova.
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