Un proyecto de ley en Brasil, busca conceder una pensión vitalicia a los futbolistas que fueron campeones del mundo en 1958, 1962 y 1970.
El texto, que fue publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión y tendrá que ser estudiado por el Congreso, prevé un premio de 100 mil reales (unos 56 mil 200 dólares) para cada uno de los titulares y reservas de esos tres mundiales, o sus herederos en caso de fallecimiento.
Se concederá un auxilio mensual a cada ex jugador que completará sus ingresos, para igualarlos a la pensión máxima, que actualmente se sitúa en Brasil en los 3 mil 416 reales (unos mil 900 dólares).
La concesión de la ayuda estaba en estudio por parte del Gobierno desde hace dos años cuando se cumplió medio siglo desde el primer título brasileño, en el Mundial de Suecia 1958.
Cuando se conmemoró el hito, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reconoció que “no todos los campeones tienen una condición financiera de supervivencia”, por lo que propuso otorgar la pensión.
“Un país de 190 millones (de personas) no tiene el derecho de permitir que los pocos que consiguieron enaltecer el alma de nuestra gente al mundo no merezca el reconocimiento del Estado brasileño. Vamos a hacer esta reparación. No es siempre que conseguimos producir héroes”, dijo Lula.
El único futbolista que estuvo presente en esos tres mundiales fue Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, quien además es uno de los pocos campeones que ha conseguido obtener rédito de sus triunfos deportivos durante décadas.
Sin embargo, el caso del llamado “rey” del fútbol no es común entre el resto de campeones, que en aquella época no firmaban contratos multimillonarios como en la actualidad.
