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A un mes del desastre, vuelve a temblar en Japón

Una nueva réplica sacudió el lunes el noreste de Japón, mientras el gobierno exhortaba a más habitantes de las cercanías de la planta nuclear averiada por el tsunami a que evacuaran la zona, debido a los riesgos que representa la radiación a largo plazo.

La réplica, de magnitud 7.1, ocurrió apenas horas después de que los japoneses realizaran ceremonias de duelo al cumplirse un mes del potente sismo y el subsiguiente tsunami que mataron a unas 25 mil personas y provocaron una crisis por fugas radiactivas en la planta nuclear de Fukushima, al anular sus sistemas de enfriamiento.

“Aunque ha pasado un mes, sigo llorando cuando veo las noticias”, dijo Marina Seito, de 19 años, una estudiante universitaria que estaba en un restaurante de Sendai cuando comenzó el terremoto del 11 de marzo. Platos y partes del techo cayeron a su alrededor.

NO SE REPORTARN MUERTOS NI DAÑOS

Las autoridades dijeron que la réplica del lunes no puso en peligro las operaciones en el complejo nuclear de Fukushima, donde se cortó la electricidad por el nuevo sismo pero se restauró rápidamente. El epicentro se ubicó a 160 kilómetros (100 millas) al norte de Tokio.

El jefe de gabinete, Yukio Edano, dijo a reporteros que se pidió a los pobladores de otras cinco comunidades, algunos de ellos a más de 30 kilómetros (20 millas) de la planta, que evacuen la zona a más tardar en un mes debido a los altos niveles de radiación.

Las personas que viven en un radio de 20 kilómetros (12 millas) alrededor de la planta ya desalojaron la zona. “No es una medida de emergencia que las personas tengan que evacuar inmediatamente”, dijo. “Hemos decidido tomar esta medida con base en los riesgos para la salud a largo plazo”.

El accidente nuclear no se ha estabilizado”, dijo Edano. “No podemos negar la posibilidad de que la situación empeore”, agregó.

LA RÉPLICA CAUSÓ HISTERIA Y ALGUNA CAÍDA DE INMUEBLES

La nueva réplica, la segunda más grande en menos de una semana, alarmó de nuevo a las personas en la devastada región noreste de Japón. Los clientes de una gran tienda de aparatos electrónicos en la región central de Sendai gritaron y salieron del lugar corriendo.

En Iwaki, una ciudad cercana al epicentro, se derrumbaron tres casas y algunas personas quedaron atrapadas en los escombros. Dos fueron rescatadas, pero se cree que podría haber cinco más aún en el interior, dijo el portavoz del departamento de bomberos Takumi Namoto.

Las autoridades japonesas dijeron que el sismo fue de magnitud 7.0, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que fue de 6.6.

Con la planta nucleoeléctrica de Fukushima todavía fuera de control, millares de cadáveres por encontrar y más de 150.000 personas viviendo en refugios, hubo poco tiempo el lunes para reflexionar sobre el peor desastre de Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

HUBO CEREMONIAS PARA RECORDAR EL SISMO DE HACE UN MES

Los pobladores de las ciudades más dañadas se reunieron para realizar ceremonias a las 2:46 de la tarde, el momento preciso del terremoto de magnitud 9.0 del mes pasado.

“Mi pecho se ha abierto por el dolor y sufrimiento que este desastre ha causado a las personas de nuestra prefectura”, dijo Yuhei Sato, el gobernador de Fukushima, cuya zona costera quedó devastada por el tsunami y donde se asienta la planta nuclear en crisis. “No tengo palabras para expresar mi pesar”.

En la ciudad industrial de Kamaishi, el gobernador de Iwate, Takuya Tasso, dirigió un momento de conmemoración en un gimnasio usado como refugio.

Los estudiantes volverán a las aulas el martes, aun cuando 129 personas viven en su gimnasio. “Un nuevo año escolar comienza mañana”, dijo Keisuke Shirato, de 16 años. “Con suerte eso ayudará a dar esperanza a las personas y les permitirá buscar un nuevo comienzo”.

El terremoto y el tsunami de marzo arrasaron a las comunidades ubicadas a lo largo de cientos de kilómetros de costa. El gobierno ha calculado que el costo de los daños de la catástrofe podría llegar a los 310 mil millones de dólares.

Además, entre 70 y 80 mil personas que vivían dentro de un radio de 20 kilómetros (12 millas) de la planta deben permanecer fuera de sus casas por tiempo indefinido.

 

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