La noche del 9 de noviembre de 1989, habitantes de las “dos Alemanias” comenzaron un movimiento que terminó con la caída del Muro de Berlín, que desde 1961 había sido levantado por las fuerzas de ocupación rusas.
Durante los 28 años que se mantuvo de pie, 136 personas murieron tratando de cruzarlo. El muro se extendía a los largo de 45 kilómetros, por lo que Berlín quedaba dividido en dos y 115 kilómetros que separaban la parte occidental de la ciudad territorio de la República Democrática Alemana.
De acuerdo con historiadores, la caída fue realmente una confusión, pues la RDA había flexibilizado las reglas para poder viajar a la República Federal Alemana, lo que desató que gran cantidad de alemanes orientales salieran a las calles para dirigirse a la parte occidental.
El Secretario General de la RDA, Günter Schabowski, anunció erróneamente la derogación de las leyes para viajar al extranjero como consecuencia del desbordamiento por las huidas masivas de alemanes del este hacia el oeste. El error fue sólo en cuanto a la fecha, ya que Schabowski dijo”inmediatamente”, cuando la apertura se preveía para la mañana siguiente.
El movimiento estalló de manera pacífica luego del anuncio en radiodifusoras que afirmaban que el “¡El muro está abierto!”. Los habitantes de los dos lados comenzaron a destruir el muro, mientras más personas salían a las calles para acabar con la división de una nación.
Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar la pared de hormigón y armados de cuerdas, picos y cinceles, hicieron realidad su sueño de muchos años: derrumbar el Muro de Berlín.
Este evento histórico sería el inicio de la deblace de la URSS, que se desintegró finalmente en 1991.
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