¿Los regalos debajo del árbol de Navidad lo llenan de pavor? ¿Su hogar se está colmando de un desorden innecesario? ¿Sus posesiones son más maldiciones que bendiciones?
Si es así, puedes estar sufriendo de cosofocación, un concepto que es el título de un nuevo libro del especialista de tendencias James Wallman, quien dice que actualmente una revolución está teniendo lugar: el materialismo está a punto de retirarse, ya que ahora compramos productos más sanos, por nuestro estilo de vida, basados en nuestra experiencia.
“El cambio hacia el experimentalismo se acerca, los signos están por todos lados”, afirma Wallman con confianza antes del almuerzo de presentación de su libro. Él cita frecuentemente al científico político Robin Inglehart, quien mostró en 1970 que 80% de las personas en los países desarrollados se autodenominaban como materialistas, una figura que se ha reducido a 50% actualmente. Una encuesta diferente encontró que la mayoría de los habitantes de Reino Unido, Francia y Estados Unidos desean vivir de forma más sencilla, con menos posesiones.
El autor tiene muchas teorías sobre del porqué de lo anterior, incluyendo que hemos llegado a un punto de saturación. Wallman dice que la británica promedio tiene 22 piezas de ropa que nunca ha estrenado.
Las nuevas tecnologías han permitido un “consumo colaborativo”, por lo que los libros y los CD son reemplazados por descargas. El aumento de costos y la conciencia sobre el impacto en el medio ambiente también son factores para esto. “Si usted iba a París o a un gran restaurante, nadie lo identificaría. Ahora, debido a las redes sociales, las personas lo sabrían prontamente y ellos serán a quienes desea conocer”.
En la cosofocación, el autor conoce a los ‘minimalistas’, aquéllos que vienen incrementando su nivel de insatisfacción con su consumo y drásticamente reduciendo sus posesiones. Es un mundo en aumento, competitivo, en el que la gente intenta hacer el reto de los 100 desafíos y cambia de vida radicalmente.
Pero abandonar el materialismo no tiene sentido, sostiene Wallman. “Es fácil intentar, sólo gasta una semana sin comprar algo tangible. Haz algo en vez de eso, así sea montar bicicleta o ir a cine”.
Esa facilidad es la clave para que el experimentalismo sea exitoso. El especialista en tendencias señala que las innovaciones necesitan cinco cualidades para triunfar: deben ser fáciles de entender, de tratar, compatibles, observables y muy buenas. “El experimentalismo es todo eso”.
Él niega que el experimentalismo pueda convertirse en otra forma de consumismo. “Dos experiencias no pueden ser iguales, unen a la gente, pero tampoco están tan separadas como el materialismo lo hace ver. Son mucho más sociales”.
Wallman reconoce que el cambio no va a venir de la noche a la mañana. Usando el modelo de la ‘Curva de S’, la nueva idea será adoptada primero por los innovadores, después por primeros adoptantes antes de que llegue a la mayoría.
En este momento, el experimentalismo atraerá personas que tienen un ingreso libre, que se sienten “sofocadas” por la crisis y están dispuestas a darle una oportunidad.
Pero ese cambio está ocurriendo rápidamente. La revista Wired predijo un cambio de estilo de vida importante para 2014, en resumidas palabras señaló: “Hay que poseer menos y hacer más”. No hay vuelta atrás.
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