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La escritora inglesa, Jeannette Winterston, ocasionó una controversia al publicar en Twitter una imagen de un conejo despellejado en una cocina. La foto iba acompañada con el texto: “Se comió mi perejil. Me lo comeré a él”.
Aunque muchos han acusado a Winterstone de crueldad animal, ella ha defendido su postura, asegurando que los conejos son una peste en la zona donde vive y que considera mejor cazarlos en la naturaleza que irlos a comprar a un mercado.
Posteriormente, publicó una imagen donde mostró a su gato alimentándose con los órganos del animal. La foto iba acompañada del texto: “Aquí está mi gato comiéndose el interior del conejo. Sin desperdicios, sin empaques, sin procesamiento, sin contaminación por el transporte de alimentos”.
Pronto, cientos de usuarios de Twitter manifestaron que no volverán a leer un libro de Wintesrtone. Ella respondió diciendo: “Sólo podrán leer [autores] vegetarianos” y añadió que estos “no son muchos”.
