La Guayaba y la Tostada

El Circo de Lozano

Despertamos el jueves pasado con una noticia que en radio y televisión parecía chistosita. Arrancó varias sonrisas entre los conductores que la presentaban: dos jovencitas borrachas metieron su coche a una fuente del DF.

Supongo que al público le hizo gracia.

Los chistes no tardaron en llegar. Las burlas para Mayra Rodríguez, de 27 años de edad, y Mónica Noriega, de 25 fueron automáticas.

Ebrias bajaron del coche después de haberlo conducido briaguísimas y con tal velocidad que terminaron navegando, ahogadas, en la fuente de Ámsterdam y Citlaltépetl, en la colonia Hipódromo Condesa.

“Bueno, bueno, lo mejor es que no les pasó nada, hombre”, me dijo un amigo ese día cuando comentamos la escena; “no pasa de que las lleven al Torito y paguen los destrozos”.

Las jóvenes borrachas “bajaron llorando del coche, seguro por lo frío del agua de la fuente. Llamaron a sus familias para pedir auxilio y una de ellas fue atendida en un hospital”, decía la crónica de Excélsior. Las dos, fuera de peligro, fueron procesadas por el MP, pero la frase “lo mejor es que no les pasó nada” quedó retumbando en mi cabeza. ¿Ésa debe ser nuestra resignación?

En general los noticieros de televisión y radio en los que rebotaba la nota durante el día consignaban el hecho como nota curiosa, siempre con una risilla de por medio.

Pero, ¿no debimos condenar la irresponsabilidad de esas chicas ebrias en lugar de burlarnos? Con semejante velocidad-traspasa-fuentes, ¿qué hubiera pasado si se estrellan con otro coche que sin deberla ni temerla recibe el impacto de las chavas-vale-madre?, ¿y si atropellaban a alguien?, ¿y si hubieran destrozado algunas cuantas vidas a su paso?

A esta edad las chicas igual y siguen viviendo en casa de sus papis, ¿cómo habrán justificado con ellos el accidente que casi termina en tragedia?, ¿Cuántos apapachos recibieron “las ladies de la Condesa”?, ¿Las regañaron, las castigaron seriamente en casa?, ¿O, como mi amigo, los papás les dijeron: “Tranquilas, afortunadamente no les pasó nada”?

Mientras, a los demás no nos queda más que rogar no toparnos a borrachos conduciendo en lo que resta de nuestras vidas.

Tragafuegos

El efecto (Manuel) Mondragón es intrigante. El ex jefe de la policía del DF diseñó el operativo 1D, pero “no lo instrumenté”, dijo, porque la noche anterior EPN le tomó protesta como jefe de la policía federal. Ahora, sin él, la policía del DF es “arbitraria”, “torturadora”, “abusiva”, “represora”, “mentirosa”, “criminal”, “ciega” y agréguele los adjetivos que le achaquen esta semana luego del propio 1D. La policía federal suele tener esos fantasmas adjetivales tras sí, ¿el efecto Mondragón los desterrará de esa corporación?

Malabarista

Los malabares con la salud son los más dramáticos y causan mucha pena. Ayer nos enteramos de que el preciso de Venezuela, Hugo Chávez, regresará a Cuba, porque el cáncer lo está atormentando; además, decidió que el vicepresidente Nicolás Maduro se hará cargo del Gobierno en caso de que caiga grave y su estado de salud le impida continuar con sus funciones. ¿Estamos ante la despedida del redentor venezolano?

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