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El ex presidente Felipe Calderón justificó las condonaciones millonarias por el SAT a personas físicas y morales bajo el argumento de que dichos beneficios estaba previstos en la Ley de Ingresos y no son decisiones del presidente.
Esto, luego de que el martes, la organización Fundar dio a conocer que en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) condonó 274 mil millones de pesos a siete mil 884 contribuyentes.
A través de su cuenta de Twitter y en un comunicado, Calderón Hinojosa asegura que desconocía la lista de personas y empresas beneficiadas con la condonación de 83 mil millones de pesos entre 2007 y 2012.
Argumentó que en el artículo 7 transitorio de la Ley de Ingresos de la Federación de 2007 establece las basas para un programa de recuperación de cartera vencida del SAT.
El programa tenía como objetivo regularizar los impuestos de los contribuyentes en mora y generar incentivos para su permanencia en la contribución con la condonación de recargos, multas y gastos de ejecución de contribuyentes que hayan estado revisados y al corriente en sus pagos de los años 2004, 2005 y 2006.
«El programa está previsto en la ley de Ingresos, aprobada por el Congreso, de manera tal que no se trató de decisiones que arbitraria y personalmente hubiese hecho el Presidente de la República, como equivocadamente señalan algunos medios”, indicó Calderón.
Afirmó que hasta el día de ayer desconocía la lista de contribuyentes acogidos al programa, sino que «se trata de una disposición de carácter general a la que cualquier contribuyente con adeudos fiscales y voluntad para pagarlos y regularizar su situación se podía acoger”.
De acuerdo con Fundar, el Estado puede perdonar impuestos y adeudos fiscales por dos razones: para apoyar económicamente a las personas, y para buscar que los contribuyentes incumplidos se regularicen. En el primer caso se encuentran los beneficios fiscales que se otorgan cuando ocurre un desastre natural.
En cuanto a las cancelaciones, el SAT suspendía el intento de cobrar adeudos, si los deudores no pueden pagar o si el costo de recuperar el dinero es mayor que el de conseguirlo.
El problema, señala la organización, es que estas condonaciones y cancelaciones se han realizado “en lo oscurito” sin que las razones se dieran a conocer públicamente.
