La señora María lleva más de un año buscando a su hija, Atzin. Nada se sabe de ella, luego de que fuera subida a un coche afuera de un antro en la Zona Rosa, el 9 de febrero de 2019.
Atzin, de 19 años de edad, estudiaba en una academia de baile y vivía con su mamá, abogada que a pesar de tener el apoyo de la Fiscalía capitalina ha tenido que hacer investigaciones propias para dar con el paradero de la joven.
La Unión tras desapariciones
Fue su propia hija quien le reveló, a principios de 2018, que era novia de Eduardo Ramírez Tiburcio “El Chori”, cabecilla del primer círculo de liderazgo de La Unión, libre y principal sospechoso de la desaparición de la muchacha.
Las propias autoridades ofrecen una recompensa de 5 millones de pesos para quien aporte información valiosa para encontrar a Atzin y a otra chica, Karina, también aparentemente relacionada con otro jefe de La Unión, apodado “El Manzanas”
“Estoy viviendo una angustia todos los días, fui yo quien ha hecho la mayor parte de la investigación, pues las autoridades me han dado poco apoyo, estoy desesperada”, expresó en entrevista María, madre de Atzin. , .
Tanto Atzin como Karina habían conformado un grupo de amigas que buscaban cuidarse entre sí, hacer tandas para costearse cirugías estéticas y poner pequeños negocios de ropa o bisutería en Tepito o el Centro Histórico. Sin embargo, poco a poco sus sueños se fueron esfumando.
La desaparición
Atzin desapareció la madrugada del 9 de febrero, después de trabajar en un concierto de reguetón en Ecatepec y festejar en el antro Bangkok Zona Rosa, donde departió con varios amigos.
Sin embargo, minutos después de las 3:00 horas de ese día, Atzin decidió regresar a su casa en un taxi, pero una amiga suya, identificada como Dafne, al parecer novia del propietario del Bangkok, le ofreció un chofer suyo para que la llevara.
En algún punto del trayecto, Atzin le pidió al chofer de Dafne que mejor la dejara afuera del bar Cíngaro, también en Zona Rosa, un centro nocturno ligado al secuestro y homicidio de 13 personas sacadas del after Heaven, el 26 de mayo de 2013.
Por años estuvo cerrado hasta que en 2017 reabrió y en octubre de 2019 fue asesinado su dueño, Rafael Ezquerra, por problemas relacionados con narcomenudistas.
Según el testimonio del chofer, Atzin fue recibida por un hombre al que abrazó, mas no se sabe hasta la fecha quién es; solo existen sospechosas, contradicciones y posibles mentiras por parte de amigas de la propia víctima.
Esa fue la última vez que alguien vio a Atzin, una muchacha a la que sus conocidos definen como alegre, obsesionada con el gimnasio, criada solamente por su madre y quien trabajaba en restaurantes o shows como bailarina de hip hop.
Las investigaciones
“Sabemos que su teléfono fue usado por las personas que se la llevaron; se han encontrado varios puntos, el propio Centro, la Gustavo A. Madero, el estado de Morelos, etcétera, pero después de unas semanas no emitió ninguna señal más.
“Yo en realidad no sé qué le pudo haber pasado, no quiero especular, se dicen muchas cosas porque se trata de este grupo de delincuentes, pero hasta hoy no tenemos claridad; yo tengo la esperanza de que esté viva, es mi única hija”, expresó su madre, María.
El caso está siendo llevado por el área especializada en desapariciones, encabezada por el fiscal Willy Gómez, quien estuvo algún tiempo al frente de la Fiscalía Antisecuestros, pero hasta el momento las pistas sobre dónde podría estar Atzin son vagas.
Pasa lo mismo con Karina, por quien también se fijó la recompensa de 5 millones de pesos, destacada en el portal de la Fiscalía, cuya titular, Ernestina Godoy, ha prometido avances en las indagatorias.
No obstante, no quedan muchas esperanzas después de un año, más si los principales sospechosos de llevárselas son altos mandos de La Unión, encabezada desde el Reclusorio Oriente por José Alberto Maldonado López “El Betito”.
Del novio de Atzin, Eduardo Ramírez Tiburcio “El Chori”, se sabe que forma parte del primer círculo del “Betito” y tiene como brazo derecho a un individuo apodado “El Peras”; ambos son buscados por autoridades de todos los niveles desde hace cinco años, cuando las extorsiones y homicidios en el Centro, la colonia Guerrero y Tepito arreciaron por las pugnas entre La Unión y sus diferentes rivales.
Pese a todo, no hay ni un solo indicio de que Atzin o Karina estuvieran vinculadas a actividades ilícitas. No existe ninguna carpeta o informe policial donde aparezcan como probables responsables de nada, ni si quiera de participar de os delitos por los cuales son rastreados sus novios.
Así, tras un año, el pesar de sus madres las agobia con cada día transcurrido, al tiempo que las pruebas que pudieron haberse seguido desde 2019 se desvanecen. Ni los propietarios del Bangkok o del Cíngaro entregaron videos de sus cámaras a las autoridades, pues alegaron que no servían o que fueron borrados como su propio protocolo lo marca.