La pandemia del coronavirus no detiene las protestas en diferentes partes del mundo. El descontento social se hace presente contra Jefes de Estado por diversos factores; sin embargo, todas las manifestaciones tienen algo en común: desafían al gobierno actual pese al riesgo de contagio de Covid-19, el cual aún está presente en la tierra por la falta de una vacuna que dé cura al virus.
En México, Estados Unidos, España, Brasil y Hong Kong los habitantes ‘olvidan’ la emergencia sanitaria y retoman la vida social al mostrar su inconformidad por medio de movilizaciones para enfrentar al poder y exigir respuesta a las preocupaciones populares.
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PRESIDENTES DE 5 PAÍSES ‘EN APUROS’
- MÉXICO
El pasado fin de semana, múltiples caravanas vehiculares mostraron su oposición al presidente Andrés Manuel López Obrador. En la Ciudad de México, Jalisco, Puebla, San Luis Potosí, Oaxaca, Colima, Quintana Roo y otros estados, organizaciones ‘anti-AMLO’ tomaron las calles para protestar bajo consignas como #AMLOVeteYa y #SomosMéxico.
Las manifestaciones se caracterizaron por ser vehículos de lujo, cuyos conductores rechazaban las políticas impulsadas por el presidente o la implementación del Tren Maya, obra que arrancó oficialmente este 1 de junio con el banderazo del mandatario mexicano en Cancún, Quintana Roo.
Ante tales críticas, el presidente de México dijo que todos los habitantes del país tienen el derecho a manifestarse porque es parte de la democracia; sin embargo acusó a los protestantes de resistirse a la transformación y querer seguir con un régimen de corrupción.
- ESTADOS UNIDOS
Después de que George Floyd, un afroestadounidense de 46 años, muriera cuando estaba bajo custodia de la policía en Minneapolis, Minesota, la ira estalló y en más de 75 ciudades manifestantes desafían la represión e intentos de control por las fuerzas de seguridad.
Mientas políticos locales y nacionales buscan cómo responder al estallido social de hartazgo contra la violencia y racismo oficial, el gobierno de Donal Trump se pronunció pro mayores acciones represivas y responsabilizó a elementos izquierdistas de ‘terroristas’ en las revueltas.
Pese a los toques de queda implementados en por lo menos 40 ciudades, la ola de protestas continua y, ante los disturbios, el presidente estadounidense tuvo que refugiarse en el búnker de la Casa Blanca.
- ESPAÑA
Durante el transcurso de estas semanas se han producido enfrentamientos en las calles de toda España. Las incitaciones y la tensión provocada por los seguidores de Vox y del Partido Popular (PP) han podido acabar en diversos incidentes.
En el marco de la desescalada hacia la nueva normalidad, la tensión entre la ultraderecha y derecha en el Congreso ha acabado en enfrentamientos durante las protestas.
A lo anterior, se suma una protesta que se produjo a mediados de mayo para reclamar la dimisión del presidente Pedro Sánchez por la gestión de la pandemia del coronavirus.
- BRASIL
Este domingo, incrementaron las tensiones en Brasil por choques en Sao Pablo entre partidarios y adversarios del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, quien se opone a las medidas de confinamiento decretadas por varios gobernadores.
Vestidos de negro y bajo el lema «Estamos por la democracia», unos 500 manifestantes, muchos con mascarillas de protección contra el coronavirus, coincidieron en la céntrica Avenida Paulista con algunos centenares de bolsonaristas.
Jair Bolsonaro participó sin usar mascarilla en una manifestación en Brasilia contra la corte suprema, que maneja varios expedientes que apuntan al mandatario y a su entorno cercano.
- HONG KONG
Cerca de 100 menores de edad fueron arrestados durante las protestas de esta semana en Hong Kong, realizadas en rechazo a dos nuevas y polémicas leyes relativas a la soberanía del territorio frente a China.
La declaración de Estados Unidos esta semana sobre la pérdida de autonomía de Hong Kong de China ha sido un momento histórico con potenciales consecuencias.
El viernes pasado, Donald Trump prometió despojar a la ciudad de algunos privilegios comerciales, asegurando que el plan de Pekín de imponer una ley de seguridad en el territorio semiautónomo es una “tragedia”.
