Con 54 votos a favor, 49 en contra y 10 abstenciones, el Pleno del Senado aprobó en lo general la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil con datos biométricos.
Se trata de la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión con la que las empresas podrán solicitar a los usuarios sus datos biométricos, como hacen actualmente las aplicaciones de bancos, además de otra información sensible como domicilio.
En México hay al menos 126 millones de usuarios de telefonía móvil, quienes, según expertos y activistas, pondrán en riesgo su privacidad y seguridad con estas medidas.
Antecedentes calderonistas
En 2009, el entonces presidente Felipe Calderón creó mediante decreto el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT) que recababa el CURP de los usuarios para poder continuar con el servicio.
Esta medidas, según Calderón, iba dirigida a combatir delitos como secuestro y extorsión, sin embargo, en junio de 2012 finalmente la Secretaría de Gobernación destruyó tras ser vetada por el Congreso.
Ahora, 11 años después de la propuesta original, el gobierno del Morenista de Andrés Manuel López Obrador retoma las bases del registro para recabar datos, incluidos los biométricos, presuntamente para determinar cuantos usuarios de telefonía hay en el país, así como para usar esa información en investigaciones ligadas a secuestro y extorsión.
Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidad (ONU) han alertado que la creación de este tipo de padrones pone en riesgo la privacidad de los usuarios, además de que facilita el monitoreo de la población.
Esto debido a que, en el caso mexicano, ni las empresas de telefonía ni el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), quienes estarían encargados de recabar y resguardar la información, cuentan con la capacitación o infraestructura para hacerlo.