El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) retomó su defensa porque sea Arturo Zaldívar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, sea quien encabece la reforma al Poder Judicial, por lo cual debería extender su mandato dos años más, hasta el 2024. Y señaló que, son importantes las instituciones, pero también «las personas que las dirigen».
La reforma, aprobada tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores, ahora queda en manos de la Suprema Corte, quienes deberán de evaluar si es constitucional o no. Cuestionado sobre si serían “cómplices de la corrupción” los magistrados que voten en contra, el presidente respondió: “Sí, consciente o inconscientemente, por el coraje que les produce la transformación que se está llevando a cabo en el país, pues apoyan al régimen de corrupción”.
El presidente afirmó que quién tiene que implementar la reforma juducial debe de ser una persona “honorable e íntegra”, que no pertenezca “a los mismos grupos de poder económico y político que llevaron a la ruina al país, a la decadencia. Los que avalaron la corrupción. Imagínense, se hacen reformas y el encargado de conducir el proceso de transformación del Poder Judicial, es un personaje del Partido Conservador, del antiguo régimen, caracterizado por el servilismo en favor de los grupos de intereses creados, sobre todo del poder económico, que nunca se preocupan por el pueblo y a favor de la corrupción, de qué sirve que se lleve a cabo una reforma así. Pues es letra muerta”, respondió.
AMLO afirmó que son importantes las instituciones, pero también “los hombres y mujeres que las dirigen”. Ejemplificó su apuesta señalando que “Sin Hidalgo no hubiera habido independencia”, o no con el mismo sentido de “necesidad de justicia”, como ocurrió.
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