Muchos de ustedes, chicos, prefieren a las mujeres jóvenes y de menor edad; otros muestran su predilección por féminas de edad a la par o hasta mayores que ustedes.
Si bien lo anterior es cuestión de gustos, existe un factor definitivo que poco tiene que ver con la edad fisiológica de una mujer, y ésa es su edad mental o madurez.
Esta llega más tarde o temprano en diferentes mujeres; algunas con base en fuertes experiencias logran avanzar a este nivel y otras, a pesar de haber pasado también por malos escenarios, no consiguen sustentar una madurez que les permita llevar una relación sana y duradera con su pareja.
Por ejemplo, una mujer madura sabe que el hombre necesita su propio espacio, y sabe también que al otorgárselo, él se lo agradecerá queriendo pasar momentos más especiales con ella.
La fémina inmadura, en cambio, trata a toda costa de existir y hacerse presente en cada minuto de un día cotidiano para su pareja… Tratará de desayunar, almorzar, comer, y por la noche, quizá, cenar e ir al cine con él, situación que un par de veces a la semana no estaría mal…pero implementarlo diario… ¡qué horror para el pobre novio, esposo o amante!
La mujer madura sabe los secretos que hacen que un hombre cambie, quizá, una noche con sus amigos por una agradable velada tan simple como ver una película acompañada de palomitas calientes, entre beso y beso ¡claro! La mujer inmadura seguramente estará angustiada todo el día al saber que es jueves de dominó y no mostrará empacho fingir sentirse mal y depre, con tal de conseguir que su pareja no salga esa noche. Es decir, es suyo, de ella y solamente de ella! ¡Tal cual objeto!
Cuántas veces ustedes, chicos, se han topado con el frustrante y patético “todos los hombres son iguales” o “lo siento, pero ya me lastimaron antes y no quiero que me pase de nuevo”. ¿Les sonó conocido? Pues créanlo o no, lo anterior es una señal de que frente a usted se encuentra una mujer hermosa, guapa, de bella boca y lindo cabello, pero finalmente inmadura a más no poder.
No duden en que en verdad esta mujer fue maltratada en el pasado, pero con madurez la misma chica sería capaz de afrontar y dejar atrás cualquier situación o recuerdo que vaya en contra de su felicidad, sin dejar a un lado el prejuicio dirigido a los chicos que, de buena voluntad, se acercan al cortejo, hacen, en pocas palabras, que los hombres justos paguen por los pecadores…
Por lo anterior, usted, amigo lector… ¿cuál prefiere?