Envuelve 16 camarones cocidos con una rebanada muy delgada y pequeña de queso gruyère, luego envuelve con tocino sin que sobresalga el queso y sujeta con un palillo. Coloca tres cucharadas de harina en un plato extendido, revuelca los camarones envueltos. Calienta una sartén y para evitar que se quemen, añade una cucharada de aceite. Dora los camarones y sécalos sobre papel absorbente. Sírvelos calientes acompañados de salsa de jitomate picante licuada con crema.
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