La ostentosidad de San Pedro, municipio destacado a nivel mundial por su alto poder adquisitivo, no sólo posee grandes residencias y alberga a empresarios exitosos, también muestra barrios populares, en donde abundan los oficios y la historia, como es el caso de la colonia Tampiquito.
Durante el fin de semana, decenas de vecinos del sector popular participaron en la Segunda Feria de Oficios de la colonia Tampiquito, donde se encendieron los reflectores para carpinteros, panaderos y demás vecinos que a diario se ganan la vida en esta zona, así como a proyectos extranjeros de arte contemporáneo.
Luis Álvarez, coordinador del evento y fundador del colectivo El Narval, destaca la importancia de preservar los valores de la gente de Tampiquito, personas que, aunque no tienen un mobiliario lujoso, ofrecen de primera mano productos de calidad, realizados a capricho por el comprador.
Álvarez comentó que en la parte más alta de la colonia, los asistentes podrán vivir la experiencia de pasear por un barrio tradicional, como cuando viajan al extranjero. En espacios abandonados proyectaron imágenes y los vecinos documentaron con su testimonio el pasar de los años en esta peculiar cuna de oficios.
“Lo que estamos haciendo es la promoción de los oficios y negocios del barrio, con la idea de fortalecer esa estructura, que normalmente es familiar, influir en que se mantenga la esencia del barrio, que tiene muchísimo valor”.
