Efectos colaterales que le llaman. El derrame en el Golfo de México no sólo ha afectado al ecosistema, los animales y los pescadores. Las teiboleras de Nueva Orleans también se quejan.
Según las bailarinas, el trabajo ha disminuido comsiderablemente, luego de que se consumó la fuga.
El dueño del Mimosa Dancing Girls, quien prefirió mantener el anonimato, aseguró que está estudiando interponer una demanda contra British Petroleum. “El negocio va muy mal”, asegura.
“Como no se puede trabajar en el mar, ni los pescadores vienen a divertirse”, aseguró.