Mike Myers (Austin Powers) aún recuerda el llamado que recibió del jefe de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg, una década atrás. “Jeffrey me dijo: ‘¿Quieres estar en una cinta animada?’. Yo dije que sí, entonces él me contó que la película se llamaba Shrek. Y yo respondí que era el peor nombre que había escuchado en mi vida”, dice el actor entre risas.
Ahora, 10 años después, el actor que da voz a Shrek no tiene nada de qué burlarse. El viernes se estrena “Shrek para siempre”, la cuarta parte de la saga.
En la nueva entrega el ogro Shrek pasa por una crisis: se da cuenta de que no está satisfecho.
Ahora su pantano forma parte de un tour, la gente no se asusta al verlo y la relación con su mujer Fiona se ha convertido en una rutina. Para escapar de todo, decide iniciar una aventura…
¿Qué te parece el nivel de cariño que la gente tiene hacia Shrek?
–No sabía en qué se iba a convertir la cinta. La primera vez que la vi con una audiencia quedé impactado. No podía creer que una película animada emocionara tanto a la gente. Creo que es una de las experiencias más satisfactorias que he tenido.
Incluso muchos niños piensan que Shrek es real…
–Es cierto. Imagino que eso debe ser porque el tema central de la película, que dice que siempre es mejor ser quien realmente eres y sentirte bien así, toca mucho a los niños. Por eso quieren al personaje.
Es increíble, muchas veces me han pedido que llame a niños que están enfermos y que les hable con la voz de Shrek. Ellos lo toman con naturalidad y se ponen felices. Es extraordinario.
¿Quizás Shrek les enseña algo?
–Siempre he pensado que Shrek es como las vitaminas de colores. Los niños las toman sin saber que les hace bien, sino porque les gusta cómo son. Así son estas películas. Shrek tiene enseñanzas que los niños no saben que están tomando, pero lo hacen porque aman la manera en que se las estás entregando.
