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Ninguno de ellos tiene la culpa de llamarse así. Sus padres fueron los “creativos” al llegar al registro civil y ponerles los nombres que llevan. Son los jugadores del futbol mexicano con los nombres más raros o por los “menos usuales”.
Ahí está, por ejemplo, Carlos Darwin Quintero, jugador de Santos, que no por nada le pusieron el mote de “El Científico del gol”, por aquello de que su tocayo sea el afamado Carlos Darwin, el naturalista inglés que dio toda una teoría sobre la selección natural y el origen de las especies.
Otro caso es el de Gandhi Vega, que comparte el nombre con el pacifista indio, pero que a diferencia de éste, su “ejemplar mexicano” es un rudo y por momentos violento jugador del Irapuato. Se dio a conocer con los Tecos de la UAG por sus constantes tarjetas amarillas y rojas.
O Yasser Corona, de Puebla, que en su nombre lleva el recuerdo del líder palestino Yasser Arafat. O Brayan Martínez, a quien se le españolizó totalmente. También tenemos a un Sonny Guadarrama, de Atlante, que cuyo nombre parece más a una copia pirata de la marca japonesa de artículos electrónicos.
Pero el que sí nos deja con la duda total es el delantero de Estudiantes y de la Selección Mexicana de futbol Sub-20, Taufic Guarch.
Bueno, aquí dejamos una lista de algunos jugadores que a veces se dan a conocer por sus nombres más que por su juego.
