Para derribar aviones El FIM-92 Stinger es un misil perseguidor infrarrojo tierra aire diseñado en los Estados Unidos y utilizado por todos los servicios armados de este país, entró en servicio en 1981. El misil Stinger básico ha sido hasta la fecha responsable de 270 naves derribadas confirmadas, la primera de ellas un I.A. 58 Pucará durante la Guerra de las Malvinas.
David Díaz Sosa, un mexicano sospechoso de pertenecer a un cártel del narcotráfico se declaró culpable en una Corte Federal de Estados Unidos de participar en una conspiración para intercambiar drogas y dinero a cambio de armas de uso militar, incluyendo un lanza misil “Stinger”.
Otro mexicano, también sospechoso de participar en la conspiración, no aceptó su culpabilidad y tras un juicio fue declarado culpable de distribución de metanfetaminas, precisó este lunes en un comunicado la Oficina del Procurador Federal en Arizona.
La fuente indicó que David Díaz Sosa, de 26 años, originario del estado mexicano de Sinaloa, optó por declararse culpable el pasado 19 de abril de cuatro cargos relacionados a la transacción de armas por drogas.
DE LA DROGAS A LAS ARMAS
Sosa aceptó haber conspirado para adquirir y exportar misiles antiaéreos; para poseer armas de fuego no registradas y transferirlas al narcotráfico; distribuir metanfetaminas y participar para adquirir y exportar armamento militar a México.
Según la acusación presentada en su contra en 2010 en la Corte Federal, “el objeto de la conspiración era obtener y poseer armas de grado militar, para luego exportar las armas a México y suministrar ese armamento a una organización mexicana del narcotráfico”.
La Oficina del Procurador Federal en Arizona señaló que un segundo acusado, Jorge De Jesús Castañeda, de 22 años, fue declarado culpable la semana pasada por un jurado federal de posesión para distribuir 500 gramos o más de metanfetaminas.
De Jesús Castañeda, fue detenido al ser usado por Díaz Sosa como mensajero para entregar la droga a los supuestos vendedores de las armas.
MENSAJEROS DE LA DROGA
Una mexicana también implicada, Emilia Palomino Robles, de 42 años, se declaró culpable de un cargo de posesión para distribuir más de 500 gramos de metanfetaminas, al servir como mensajera para Díaz Sosa en la entrega de dos mil 29 gramos de esa droga y de 139 mil 900 dólares.
Las metanfetaminas y el dinero formaban parte de un pago parcial de las armas de grado militar, que estaba destinada en última instancia, para la exportación y la transferencia a México.
Ambos mensajeros serán sentenciados el próximo 25 de julio y Díaz Sosa el próximo 1 de agosto. Los tres, podrían enfrentar penas mínimas de 10 años y máximas de cadena perpetua.
“Es escalofriante pensar que los cárteles mexicanos de la droga están buscando activamente misiles antiaéreos de grado militar y explosivos en Arizona, así que estoy muy orgulloso del trabajo de esta oficina y nuestros socios en la aplicación de la ley”, dijo Dennis K. Burke, procurador federal en Arizona en el comunicado.
