La cantante de 23 años – que anteriormente estuvo saliendo con el cantante Chris Brown y con el jugador de béisbol Matt Kemp – quiso que el boxeador británico apareciera en el vídeo de su canción “We Found Love”. Mientras ambos se encontraban en el norte de Irlanda rodando el vídeo, Rihanna se mostró particularmente cariñosa con él, sentándose incluso en su regazo durante uno de los descansos.
“Rihanna no tenía reparo en decir que le gustaban los pantalones de Dudley. Se cayeron bien de inmediato. Ella había visto sus reportajes como modelo y otras imágenes de cuando era boxeador”, contó una fuente.
“Rihanna aprovechó cada oportunidad para estar cerca de él, y hubo un momento en el que estaba sentada en su regazo durante uno de los descansos del rodaje. A ella le gusta tener contacto físico, pero esto era algo más”.
El boxeador londinense también está encantado con la cantante, a pesar de haber tenido que grabar algunas escenas embarazosas.
“Dudley se reía como un niño cuando ella tenía que rodar una escena con una camiseta que transparentaba. Y ella se burlaba de él enseñándole el escote y guiñándole un ojo”, añadió la misma fuente al diario The Sun.
“Dudley no puede creer en su suerte. Las amigas de Rihanna se burlan de ella, cantando canciones acerca de su romance”.
No obstante, los hombres británicos no es lo único que ha disfrutado la cantante mientras estaba rodando el vídeo; a Rihanna también le ha encantado la cocina, gastándose 500 libras (574 euros) en el famoso fish and chips (pescado frito y patatas fritas).
Kathy Brennan, la propietaria del restaurante The Chippie, en Belfast, subió sus precios de 5.50 a 7 libras (de 6.32 a 8 euros) porque tuvo que mantener el restaurante abierto durante más tiempo.
“Ella estaba brillante. Su equipo nos había pagado por usar el restaurante para rodar el vídeo después de que cerráramos. Estuvimos fuera mirando cómo bailaba encima de las mesas. Cuando volvimos a entrar, quería 75 porciones de fish and chips para ella y su equipo”, contó Kathy al diario Daily Star.
“Estuvimos trabajando después de la hora de cierre y tenía que llamar al personal, así que pensé: ‘¿Por qué no cobrar un poco más?’ No íbamos a echarlos”.
