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La dura realidad de los trabajadores del hogar

Desprotegidas. Más de 2 millones de personas realizan estas labores sin contar con un contrato ni derechos plenos

México es el segundo país en América Latina con mayor número de trabajadores del hogar.

Éstas más de 2.3 millones de personas no tienen certeza en cuanto a sus derechos laborales, pues la Ley Federal del Trabajo no ha adaptado sus contenidos a las nuevas necesidades de este sector.

Ante ello, se impulsan refomas legales a escala federal para que las trabajadoras del hogar cuenten con derechos plenos como seguridad social y un contrato.

“La reforma a la Ley del Trabajo impulsada el año pasado por el entonces presidente Felipe Calderón privilegió la regulación del llamado outsorcing pero dejó fuera este segmento y ellas vienen planteando la necesidad de regu- lar sus condiciones laborales”, apuntó la diputada federal Margarita Elena Tapia, del PRD, quien hace dos semanas presentó una iniciativa que busca actualizar el capítulo 13 de la Ley Federal del Trabajo, el cual abarca una parte de los derechos las trabajadoras del hogar.

Antonio Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, explicó que sufren una “discriminación combinada”.

“Hay una discriminación legal e institucional porque pese a ser un sector de trabajadores tan grande, no hay políticas publicas ni a nivel federal o local que minimicen las desventajas y la vulnerabilidad laboral que existe para ellas y también hay una discriminación cultural porque hemos asumido que el trabajo doméstico remunerado tiene un menor valor y eso dificulta que reconozcamos sus derechos laborales como en cualquier otro trabajo”, dijo.

Actualmente, organizaciones como el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar y el Centro De Apoyo a la Trabajadora Doméstica, buscan que el Senado ratifique el convenio 189 de la Organización Internacionaldel Trabajo, el cual México firmó en junio de 2011, comprometiéndose a reconocer los derechos laborales de las trabajadoras del hogar.

La realidad del trabajo

Las trabajadoras del hogar se desempeñan con un marco legal endeble, lo que genera confusiones e injusticias.

1.-  Falta de un contrato por escrito que limite las condiciones de trabajo.

2.-  Violencia verbal o física por parte de sus empleadores.

3.-  Jornadas laborales ilegales sin pago de horas extra.

4.-  Carecen de prestaciones de ley como vacaciones y aguinaldo.

5.-  Abuso de las condiciones laborales, debido a su condición de migrantes y/o analfabetas en algunos casos

Propuesta legal soñada

El gremio impulsa mejoras laborales, algunas de las cuales se incluyen en las iniciativas que se analizan en las Cámaras federales.

1.-  El capítulo 13 de la Ley Federal del Trabajo debe incluir las nuevas modalidades de contratación, las cuales no sólo son únicamente de planta (como especifíca), sino también de entrada por salida, por actividad o por horas.

2.-  Estas nuevas modalidades no deben ser excluidas de regularse por un contrato que les permita asegurar aguinaldo y vacaciones, proporcional a los días trabajados por año.

3.-  El patrón debe estar obligado a otorgar seguridad social aun cuando la trabaja- dora solamente está por un día a la semana. El capitulo13 indica que el patrón puede “apoyar” siempre y cuando ella no acuda por su cuenta a una institución, pero no hay ninguna aclaratoria que lo obligue a responder por ella en caso de enfermar o accidentarse.

4.-  Que se califique un salario mínimo profesional para este sector porque no está dentro del Tabulador Nacional que publica la Comisión de Salarios Mínimos, aun cuando el capítulo 13 hace este mandato.

¿Sabías qué?

No son chachas ni sirvientas, sino trabajadores del hogar; el término correcto que estipuló la Organización Internacional del Trabajo en el convenio 189 para referirnos a quienes realizan este oficio. Cualquier otro es discriminatorio.

Análisis

E xiste un vacío legal considerable

Debemos hacer entender a la gente que contrata a este sector de la población, que ellos son los que deben hacer observar la ley.

Les pagan lo que quieren e, incluso, les coartan su libertad, ¿hasta qué punto los llevan a la esclavitud? ¿Cuántos son explotados sexualmente por esta vía por no contar con una regulación clara? La cuestión es cultural, quienes contratan deben tratarlos con dignidad.

En materia laboral, una de las instituciones para constatar que el derecho al trabajo se cumple es la Inspección del Trabajo, pero está fallando porque ahora con las reglas que tenemos, por ejemplo, no se obliga al patrón a que se inscriba a una dirección que dependa de alguna inspección de trabajo local, a manera de tener un control.

Si no hay inspección, quienes contratan no dan condiciones de trabajo digna, sin embargo, es difícil inspeccionar porque no hay un padrón de trabajadoras domésticas registrado ante estos organismos.

Éste debería velar que se respeten sus derechos laborales, ¿pero cómo lo haría un inspector sin un registro? ¿Tocando casa por casa? Es un vacío tremendo que va en perjuicio de los trabajadores de este sector.

CARMEN MACÍAS VÁSQUEZ, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. 

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