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La Yegros: Chamamé, cumbia y embrujo  

“Yo no bailo la cumbia, abandono el suelo y me entrego al aire que vas dejando, yo me convierto en tu deseo…”. Cualquiera que escuchó el año pasado esa frase en voz de la argentina La Yegros seguramente cayó cautivado y, en pleno trance, se entregó al ritmo de ese track que figuró en montones de listas con lo mejor del año, ya bien solito, ya bien en compañía de los temas del resto del álbum al que daba título.

Llamada por algunos como la reina de la nueva cumbia, La Yegros es una de esas cantantes cuya voz fascina de inmediato: poderosa, visceral, con un timbre entrañable, peculiar, ideal para narrar historias tristes de niñas misioneras, amores contagiosos y hombres solos, precisamente lo que hace en los temas de ese álbum que llegó en 2013 para poner el toque femenino al catálogo de discos ZZK y, de paso, hipnotizar oídos con su excitante combinación de música folclórica andina con electrónica.

El responsable de producir ese disco fue Gaby Kerpel (King Coya), habitual responsable de musicalizar las creaciones de De La Guarda y Fuerza Bruta, y compositor de la música de Hombre vertiente, el show que pasó por la ciudad en 2013. (De hecho, cuentan que la voz de La Yegros fue descubierta por Kerpel en una audición para alguno de los shows de De La Guarda.)

La Yegros estudió música en forma y tiene formación clásica, pero ha dicho en numerosas ocasiones que fue hasta sus exploraciones de la música africana y el folclor latinoamericano cuando descubrió su propia voz, su estilo. En “Viene de mí” consiguió fusionar el embrujo del acordeón típico del chamamé, ritmo del folclor del noreste argentino, con la fuerza expansiva y desfachatada de la cumbia.

Pero en el disco también vemos pasar a Mariana, La Yegros, del canto al rap con soltura, como cuando se hace acompañar del poeta español El Gato Muñoz, para frasear sobre indiferencias e iluminaciones. Y cuando llega el momento de entregarse a la cumbia andina, lo hace en compañía de Miss Bolivia, rapera argentina que también suele frasear sobre ritmos tropicales.

Transcurrido el disco, será fácil caer en la tentación de repetir “Viene de mí” una y otra vez. Y quedará resonando en nuestra cabeza como hizo en 2013 y como posiblemente hará este 2014: “Vieeene de ti, viene de mí, viene del vientooo, no miento, es un sentimientooo, es un sentimientooo”.

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