Cualquier substancia fría que tiene contacto con nuestro paladar enfría el cerebro de golpe y esto causa el llamado ‘congelamiento de cabeza’.
En otras palabras, para mantener la temperatura ideal, la arteria anterior cerebral se hace más grande para llevar más calor al cerebro. Cuando el ‘enfriamiento’ es muy rápido, la arteria se dilata muy pronto y la presión en el cerebro se sobresalta, lo cual produce el dolor o enfriamiento.
El especialista Rick Seymour, de la Universidad de Texas, indica que para evitar esa incómoda sensación debemos beber más despacio y hacer pausas para permitir que la boca tome su temperatura normal.
Cuando la persona padece de migrañas crónicas, el dolor aumentará cuando se ingieran bebidas frías o congeladas, ya que el trabajo de la arteria mencionada no se realiza de manera correcta, según publicó el sitio BBC health.