Ponemos la enseñanza a nuestros hijos de algo tan delicado como el manejo de un coche, en manos de personas que difícilmente están certificadas para hacerlo.
He visto, sobre todo cuando son las vacaciones de verano, que muchos papás comienzan a enviar a clases de manejo a sus hijos entre 15 y 18 años. Muchas veces me he topado con los autos escuela y he visto desde posiciones incorrectas de manejo, de los instructores, hasta algunos que se atreven a llevar a sus hijos pequeños, sin cinturón de seguridad o en sillas para bebé, en el asiento trasero.
Manejar es un acto tan mecánico y cotidiano que creemos que no se necesita más que saber sacar el embrague o clutch para que ya estemos tranquilos de que nuestros hijos ya son capaces de tomar su primer coche e irse a la escuela.
Estuve revisando qué se necesitaba para abrir una escuela de manejo y en realidad sólo piden la plantilla de instructores, en qué coches se va a conducir, el plan de estudios teórico y práctico y listo, con eso ya puede darle clases a los muchachos que están empezando a manejar.
Por principio de cuentas, muy pocos instructores de estas escuelas saben cuál es la posición correcta de manejo. Muchos les dicen a los aprendices que acomoden el asiento como se sientan mejor, y listo.
Tenga cuidado. La posición correcta es aquella donde usted va bien recargado con la espalda al asiento, las manos en posición de 9 y 3 en el volante (como si viera un reloj), al menos un puño de distancia entre el techo del coche y la cabeza del ocupante y las piernas con cierta flexión para que en caso de impacto, la energía no se quede ni en la cadera del piloto ni en sus brazos.
El asiento se acomoda colocando el pie izquierdo detrás del clutch y la pierna debe quedar un poco flexionada. En el caso de un coche automático, es usando el freno como referencia. Escribiré una nota al respecto.
Le pido que revise que el coche en el que su hijo está aprendiendo, que tenga cinturones de seguridad de tres puntos, que las llantas del coche no estén lisas y con chipotes, que el instructor tenga controles redundantes de los pedales y el volante y que no sólo tenga licencia, sino que le muestre algún certificado de dónde aprendió.
Si su hijo aprende a manejar con vicios desde el principio, difícilmente se le quitarán. Conducir un coche es mucho más que saber tomar un volante y meter las velocidades. Tenga cuidado porque pagar una clase de manejo barata, le puede costar muy caro a su hijo. Recuerde que a donde va la vista, va el volante.