La grasa no se acumula por los mismos motivos en todas las personas. Es decir, no es lo mismo engordar por un desnivel hormonal, que por estrés o por no tener una vida activa.
Saber qué nos hace engordar nos permite diseñar una estrategia para combatir el tipo de obesidad que nos afecta. A continuación te presentamos una de las más comunes: la obesidad nerviosa. Descubre si la tienes y cómo combatirla.
Características
-La grasa se acumula en la zona central y anterior del abdomen.
-Se desarrolla por tener estados de ansiedad, estrés y depresión.
-Se acompaña por tener sensación de fatiga y un deseo casi incontrolable de ingerir azúcar entre comidas.
Cómo combatirla
-Es vital que descubras los factores que te produce la ansiedad y el estrés, pues esto te lleva a comer sin darte cuenta. Generalmente son problemas a nivel personal, donde sientes que no tienes el control de la situación. Una buena forma es escribir qué sentimientos tenías cuando te diste tu último atracón.
-Libérate del estrés ¿Sabías que si mantienes el estrés y ansiedad por mucho tiempo, los niveles de la hormona de cortisol se elevan bastante? Lo que a su vez provoca que el organismo libere glucosa en la sangre, y todo esto se traduce como depósitos de grasa en el cuerpo.
-Para evitar comer de forma compulsiva, es necesario que lo hagas cada 2 o 3 horas, aunque no tengas hambre. Es más, muchos nutriólogos aconsejan que comas aún cuando no sientas deseos, porque eso te lleva a que lo hagas en menor cantidad, además de que también acelera tu metabolismo.
-Evita saltarte comidas, pues esto hace que cuando comas lo hagas con hambre, rápido y sin control de las porciones. Recuerda: la clave para ti es comer cada 3 horas.
-Tus comidas tienen que ser controladas. Deben ser tres comidas fuertes, que son el desayuno, la comida y la cena; y tres pequeños snacks, pueden ir desde una fruta a un puñado de nueces, que más que nada sirven para evitar la caída de los niveles de glucemia en la sangre.