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Cirugía convierte ojos marrones en ojos azules


¿Qué hace que los ojos azules sean tan atractivos?
 “Si tomamos en cuenta la población mundial, los ojos azules son bastante poco comunes. Se estima que el 10 por ciento de la población mundial los tiene. En algunas regiones del mundo, como en el norte de Europa la mayoría tiene los ojos azules, pero es muy poco frecuente en Asia “, dice Élisabeth Azoulay. Es sobre todo la escasez de esta característica que los hace atractivo, al igual que el pelo rubio.
Esta fascinación se remonta a la antigua literatura, cuando la tez clara era glorificada. “En la Ilíada y la Odisea de Homero, el canon de la belleza es una mujer con piel, cabello y ojos claros como la diosa Atenea quien es considerada el epítome de la belleza”, explica. En aquel entonces, estos rasgos eran bastante nuevos: los ojos azules y piel blanca aparecieron hace alrededor de 10, 000 años, cuando el Homo Sapiens proveniente de África se instaló en Europa y se adaptó a su nuevo entorno.


Lo que hace a Daniel Craig y Brad Pitt tan increíblemente atractivos es por supuesto su obvia buena apariencia, pero también sus penetrantes ojos azules.

A diferencia del color de pelo, que se puede cambiar fácilmente, el color de ojos era, hasta hace poco, un atributo que no podía ser alterado. Sin embargo, una nueva tecnología desarrollada por Stroma Medical Corporation, con sede en California, pronto podría hacer de esto una cosa del pasado.

Al interrumpir la fina capa de pigmento café que cubre la superficie frontal del iris (la parte coloreada del ojo), el láser Strōma pretende revelar el azul que se encuentra debajo. “Hay que empezar con el entendimiento completamente contrario a la intuición de que debajo de cada ojo marrón hay un ojo azul, y que en realidad no hay azul en un ojo”, explica Gregg Homer, Presidente y Director Científico.

“Después de que el láser quita esa capa muy fina de pigmento marrón, la luz puede entrar en el estroma – las pequeñas fibras que se abren en abanico desde la pupila hasta el borde exterior del iris. Cuando la luz entra en el ojo, el estroma la dispersa y sólo refleja de vuelta las longitudes de onda más cortas, que son azules.

El resto del espectro penetra en el ojo para ser absorbido por el iris”. Y añade: “Aquí es de donde viene el color azul del ojo. Cuando se altera el pigmento, un proceso metabólico comienza, y los macrófagos comienzan con la digestión de los pigmentos como pequeños pacmans”, dice Homer. Este tratamiento no invasivo tarda alrededor de 30 segundos por ojo y se necesitan un par de semanas para que el ojo azul se manifieste.

Tan atractivo como pueda sonar, esta nueva tecnología ha estado levantando cejas entre la comunidad científica, preocupada por la posibilidad de que los pacientes tratados desarrollen un glaucoma pigmentario.

“Cuando el pigmento es liberado dentro del ojo, tiene que conseguir ser evacuado pero es tan grande que puede obstruir los canales de drenaje. Si el ojo no puede, naturalmente, deshacerse de un pigmento, se crea presión dentro del ojo, lo que eventualmente puede conducir a un glaucoma”, dice el Dr. Jean-Marc Ancel, cofundador de la Clínica de Oftalmología Lamartine en París.

Según Homer, no existe tal riesgo ya que los macrófagos digieren primero los pigmentos y los hacen lo suficientemente pequeños para ser evacuados de forma natural. “Puede ser que funcione para una muy pequeña cantidad de pigmento que cubre la superficie de un punto, pero dudo que los macrófagos puedan procesar la cantidad de pigmento que se libera de la superficie de un cuarto o la mitad de un ojo”, objeta Ancel, afirmando que no hay suficiente retrospectiva para afirmar que esta tecnología es totalmente segura.

Después de algunas pruebas en conejos, el procedimiento se ha probado en 17 pacientes en México y 20 en Costa Rica, pero sólo en un pequeño punto en el iris superior. Homer planea llevar a cabo más pruebas en las Filipinas, donde tratará un cuarto de iris. “Podríamos lanzarnos comercialmente fuera de los EE.UU. en unos seis meses, pero no vamos a hacerlo hasta que hayamos terminado todos nuestros estudios y estemos personalmente satisfechos. Tendrá que primero pasar la prueba ¿’Dejaría que mis hijos lo hicieran?’”.

Cuando el dispositivo sea finalmente lanzado, se les permitirá sólo a oftalmólogos certificados usarlo. El precio será de alrededor de US$ 5000 en los EEUU, pero puede variar según el mercado. Cuando se trata de dimensiones más éticas y filosóficas, Homer dice rotundamente que su único objetivo es ofrecer un nuevo servicio. “No somos partidarios de ojos azules para todo el mundo; esto es en gran medida una elección personal. Lo que estamos proporcionando a las personas es una opción”, dice.

“Nuestras modernas tecnologías están haciendo más y más fácil que uno se transforme, al obtener senos más grandes, lucir más esbelto, lucir más joven, cambiar el color del pelo. La idea de que el cuerpo puede ser moldeado es ahora ampliamente aceptada y la ciencia hace que sea posible al usar implantes y tecnologías, ya sea para problemas de salud reales o elecciones estéticas “, comenta Élisabeth Azoulay, etnóloga y autora de”100 000 ans de beauté” (100 000 años de belleza).

Según Azoulay, la irreversibilidad del procedimiento y el hecho de que los ojos son una parte tan importante de la mirada de alguien, no hará que la mayoría lo considere como un obstáculo. “Cuando las personas se hacen tatuajes, por lo general no tienen planes de borrarlos algún día. A la gente le gusta tener un aspecto diferente para destacarse, pero si los ojos azules se vuelven omnipresentes, podrían perder interés”, concluye Azoulay.

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