De acuerdo con el texto titulado “Los derechos humanos y las prisiones“, editado por la Organización de las Naciones Unidas, la finalidad esencial de que existan cárceles en el mundo es “alentar la reforma y la readaptación social de los presos“, así como “ayudar a los reclusos a vivir conforme a la ley y mantenerse con el producto de su trabajo después de concluida la condena”.
En América Latina, al menos diez países cuentan con cárceles que tienen una sobrepoblación del 200%, lo que provoca problemas en los servicios que se les brindan a los reclusos en búsqueda de estos objetivos, en especial la asistencia en salud, según un informe de la Federación Iberoamericana de Ombudsman, publicado en 2014.
Países como Guatemala, El Salvador, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela y Haití tienen más del 200% de sobrepoblación en algunas de sus cárceles, mientras que México, Colombia, Brasil, Uruguay, Chile y Argentina tienen entre el 100% y el 200%.
¿Cuáles son las mejores cárceles del mundo?
Nada mejor que la libertad. Sin embargo, existen prisiones que son ejemplos por sus esquemas de trabajo. La mayoría se encuentran en países europeos como Noruega o Finlandia, tal es el caso de la prisión Suomelinna, en Helsinki, la cual es una “prisión abierta”, donde los presos viven en “casas” y tienen vistas espectaculares.