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¿Por qué es tan relevante el quinto autobús en el caso Ayotzinapa?

Uno de los datos más relevantes en la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso Ayotzinapa, es la existencia de un quinto autobús que podría haber desatado la agresión por parte del grupo criminal “Guerreros Unidos”.

El GIEI incluso ha lanzado la hipótesis de que el quinto autobús podría ser un elemento clave para explicar los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 del mismo mes, periodo en el que desaparecieron 43 normalistas en Iguala.

El grupo afirmó en su reporte que son inconsistentes las explicaciones de las agresiones contra los normalistas fueran por haber sido confundidos con integrantes de la delincuencia organizada antagónicos con quienes controlan la zona o en represalia por la toma de autobuses.

Una de las líneas de investigación que podría dar luz sobre la agresión contra los normalistas es el negocio del narcotráfico que se mueve en Iguala pues “podría explicar la reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque, su duración en el tiempo”, se lee en el documento.

Los diez puntos clave sobre el quinto autobús:

1.- Mientras la primera consignación ante la Fiscalía General de Guerrero hablaba de cinco autobuses (dos Estrella de Oro, dos Costa line y un Estrella Roja), el informe de la PGR señalaba que eran cuatro los camiones tomados por los normalistas (no hacía mención al Estrella Roja).

2.- El GIEI informó que al hacer evidente ante la PGR la existencia de ese quinto camión, las autoridades entrevistaron al chofer, a recomendación del Grupo, pero los integrantes de este grupo no estuvieron presentes.

3.- El grupo afirmó que la declaración del conductor no coincide en lo absoluto, más que en la primera parte de la salida de la central de autobuses, con la dada por los normalistas que estuvieron a bordo del mismo. ¿Las diferencias? El conductor del Estrella Roja dijo que tras haber salido, pocas cuadras adelante y debido al nerviosismo, los estudiantes habrían pensado que el camión no funcionaba, por lo que se bajaron y dirigido otra vez a la terminal para tomar un nuevo vehículo de pasajeros.

Sin embargo, los testimonios de los normalistas manifestaron que el autobús siguió su marcha y que el chofer pidió a los jóvenes detenerse para que una mujer le diera documentación y ropa. Esta petición retrasó la salida, pero llegaron hasta la salida de Iguala hacia Chilpancingo, el lugar donde ya había sido detenido el autobús Estrella de Oro 1531, cerca del Palacio de Justicia. Los estudiantes fueron obligados a bajar, estando a 100 metros del mencionado camión, y huyeron al cerro.

4.- En declaraciones, normalistas afirmaron que elementos de la Policía Federal detuvieron al Estrella Roja, pero hasta el momento no se han investigado estas circunstancias.

5.- El GIEI pidió una inspección de los autobuses afectados. Entre ellos, fue presentado un Estrella Roja 3278, sin embargo, tras realizar peritajes se concluyó que posiblemente no fue el tomado por los jóvenes, por lo que se presentaron las diferencias a la PGR para que investigue el caso.

6.- Iguala es un lugar de tráfico de heroína muy importante y el transporte se hace mediante el uso de algunos autobuses que esconden la droga de forma camuflada. Su destino es Estados Unidos, especialmente Chicago. “La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas, a pesar de que tenía otros objetivos, como era obtener transporte para que los normalistas provenientes de diferentes escuelas normales pudieran participar en la marcha del 2 de octubre, podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero) en uno de los autobuses, específicamente en ese autobús, Estrella Roja”, se lee en el reporte del GIEI.

7.- El Grupo Interdisciplinario afirmó que la hipótesis sobre la confusión de los normalistas con un grupo del narco o la delincuencia organizada es inconsistente, pues los estudiantes iban desarmados. Tampoco tiene sustento la explicación de que la agresión contra los normalistas fue en represalia por la toma de autobuses, pues no explican “la masividad, la reacción tan hostil y la generalización de escenarios de violencia directa contra las personas y los autobuses, y por tanto no ayuda a entender los hechos producidos esa noche”.

8.- También son inconsistentes las explicaciones que toman a Ayotzinapa como base social de movimientos políticos o insurgentes; los antecedentes de enfrentamientos y señalamientos contra el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, pues “a juicio del GIEI, ninguna de ellas explica el modus operandi ni el nivel de coordinación y violencia”.

9.- También se consideró “que entre los factores que explican la agresión se encuentren también los estereotipos sobre los ‘ayotzinapos’ como de forma despectiva que se ha señalado en muchas ocasiones. Sin embargo, a juicio del GIEI este sería un factor facilitador de la agresión, dado que el desprecio por el otro promueve la violencia, pero no un desencadenante de la misma ni del nivel de actuación. 

10.- El negocio del narcotráfico en Iguala es la hipótesis más consistente con la “violencia desatada contra los normalistas, y posteriormente contra el equipo de futbol Los Avispones y otras personas, confundidas con ellos”, mientras no existe evidencia completa del suceso.

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