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Ambulantaje se suma y compite por los descuentos del Buen Fin 2015

Las ofertas, descuentos y promociones del Buen Fin 2015 traspasan y superan los límites de las tiendas departamentales o establecimientos formales; este año el comercio informal y hasta los vendedores tradicionales de las zonas serranas del país competirán y se disputarán a la clientela.

El presidente de la Confederación de Cámaras Naciones de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), Enrique Solana Sentíes, señaló que por cada una de las 60 mil empresas formales que participaran en el evento “hay otro tanto” de informales que ya tienen sus letreros y anuncian sus rebajas.

En una entrevista exclusiva con Publimetro, el organizador principal del Buen Fin afirmó que esta campaña de ofertas se ha consolidado al paso de los años, pero aún le falta para competir e igualar los descuentos que ofrecen las tiendas departamentales a través de las ventas nocturnas o de fin de temporada.

Reconoció que estos últimos programas de ofrecen rebajas mayores, aunque no tienen el impacto nacional del llamado fin de semana más barato del año. “Hay que ajustar los calendarios para evitar que se canibalicen entre unos y otros”, dijo.

¿Cuál es la contribución del Buen Fin a la economía?

– Estimamos que las ventas del comercio formal se incrementan entre 4 y 4.5% durante el Buen Fin y ese es un impacto muy importante, porque dicha cifra prácticamente representa el crecimiento de todo el año.

Desde esa perspectiva estamos seguros de que influye de manera preponderante en la actividad económica y debe impactar al PIB, pero este año apenas se aplicará una medición específica al respecto a través de una serie de encuestas que se llevarán a cabo con el apoyo INEGI y la Secretaría de Hacienda. 

¿Además de los comercios, qué otros sectores participarán este año? 

– Estamos incorporado a los todos los sectores de la producción. Por ejemplo: a través de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) las empresas ofrecerán descuentos a los pequeños comerciantes y establecimientos del interior del país, con el objetivo de que éstos últimos compitan con las tiendas departamentales o de autoservicio.

En concreto, ¿qué sectores son parte de tal esfuerzo? 

– Todas las cámaras: la industria de la confección, moda, belleza, muebles, equipos eléctricos, restaurantes, cadenas de viajes y servicios en general. La finalidad es que los descuentos del sector industrial se distribuyan de manera más equitativa entre las tiendas departamentales y los pequeños comercios.

También habría conciertos en las plazas públicas para atraer a más clientes… ¿qué hay de esto? 

– Si. Vamos a organizar unas pachangas con esos grupos norte que son famosos, para jalar a los consumidores y aumentar las ventas durante el Buen Fin. Eso lo estaríamos promoviendo en los 148 municipios más importantes del territorio nacional.

Además, mandamos una carta a todos los pueblos mágicos del país y tenemos un acuerdo para impulsar todo el turismo en esas áreas.

De acuerdo a los estudios de las ediciones pasadas del Buen fin, ¿cómo se distribuyen las ventas entre las grandes tiendas y el comercio pequeño o local?  

– Sabemos que no todos los mexicanos van a una tienda departamental para hacer sus compras y tenemos la certeza de que todavía el consumo fuera de los grandes locales es superior, con una proporción de 60% y 40%, respectivamente. 

Por eso, mediante las nuevas iniciativas de venta que ya hemos mencionado (en las preguntas anteriores), estamos buscando que los beneficios para el comercio se distribuyan de manera más racional, permitiendo que el efecto multiplicador del Buen Fin llegue a todos los sectores de la economía nacional.

La secretaría de Economía señalo que van a participar 60 mil empresas, pero que también había esfuerzos de otros sectores que no están inscritos… 

– Le voy a responder con base en las experiencias que tengo cuando salgo a la calle y ando en otras poblaciones. Desde lo que he visto, creo que la proporción de establecimiento que van a dar descuentos sin estar inscritos podría alcanzar otro tanto o más respecto a las empresas formales que ya participan.

Me ha tocado estar en ciudades pequeñísimas de la sierra poblana y en esos lugares ya hay un montón de puestos con ofertas del Buen Fin; están los letreros con las rebajas.

Lo más extraordinario es que también hay productos de la sierra que se comercializan en las plazas públicas de los municipios, en los mercados y tianguis que también participan en el Buen Fin sin estar inscritos formalmente, lo cual es totalmente legítimo. 

Y eso no lo podemos combatir ni castigarlo porque es una forma de subsistencia; lo que tenemos que hacer es ir incorporando a todos esos comerciantes… Ellos meten sus descuentos, sus anuncios y todo. 

Entonces, el Buen Fin está evolucionado… 

– Ha evolucionado y ya es como Día de las Madres; nadie lo controla, se da por sí solo. Algún día lo vamos a tener que soltar y deberá caminar solito; no se en cuánto tiempo pase, pero todo apunta a que se convertirá en una iniciativa social. 

En ese contexto, ¿cómo ha evolucionado el consumidor? 

– Hoy es mucho más exigente; recorre varios lugares antes de hacer una compra, hace un proceso previo de identificación de los productos que necesita y esto para el comerciante implica el reto de cumplir las expectativas de los consumidores en materia de mejores precios, productos de calidad y diversas formas de pago. 

Las personas siguen pensando que las empresas aprovechan el Buen Fin para sacar todo lo que no vendieron en el año o suben sus precios para ofrecer descuentos que no son reales… 

– Viene de todo. Lo primero que debemos tomar en cuenta es que México no tiene los cambio estacionales que hay en Estados Unidos (primavera, verano, otoño e invierno), que motivan los descuentos del Black Friday. Allá, si no colocan antes del fin de año todos los abrigos para el frío, ya se fregaron.

Pero aquí podemos encontrar artículos que salieron de moda –unos trajes, por ejemplo–, que desde hace tres meses traemos usted y yo. La diferencia es que yo los compré en cinco mil pesos y alguien lo hace en tres mil pesos durante el Buen fin; esa es la ventaja.

Hay gente que dice que el Buen Fin sólo ofrece meses sin intereses y que los descuentos de las ventas nocturnas o de fin de temporada son mejores…

– Creo que en las tiendas departamentales tienen que terminar de acomodar sus tiempos de ofertas. Estas empresas deben reubicar las fechas en que organizan las ventas nocturnas para que no se canibalicen con las del Buen Fin. 

Entonces, lo que dice la gente es correcto y el consumidor puede decir: “Mejor me espero a la venta nocturna y compro lo que necesito dos o tres semanas después, pero con un descuento de 25%, en lugar de 15%”. 

Pero lo también hay que señalar es que a diferencia del Buen Fin, una venta nocturna no impacta al grueso de la población.

Este año hay un componente adicional: las ventas on-line, ¿que van encontrar los consumidores…?

– Todavía es un nicho pequeño. El comercio electrónico tiene una capacidad de crecimiento impresionante, pero hay que proteger –un poco más– las operaciones con las tarjetas de crédito a través de la Internet; porque hay muchos abusos, muchas dudas de lo que usted compra y luego les dan unos palos terribles a los consumidores. 

Por último, si alguno de los lectores de Publimetro se acerca y le dice: “Oiga don Enrique, qué debo hacer para llevarme a casa la mejor oferta del Buen Fin”, ¿qué le diría?

– Le recomendaría que defina sus metas de compra; que piense qué productos necesita este año y cuáles están terminado su ciclo de vida para renovarlo; y una vez haya determinado o diga “este año voy por esto esto y esto otro”, que empiece a preparar el recurso.

Después, el público tiene que ubicar dos o tres tiendas donde se oferte el artículo o servicio que requiere y eligir la mejor opción de acuerdo a su calidad, precio, descuento y capacidad de pago.

Si van a usar tarjeta de crédito les diría que la usen sólo para no llevar efectivo, pero que al vencimiento o fecha límite de pago liquiden sus compras. 

Entonces, ¿está de acuerdo con la afirmación de que no hay dinero más caro que el prestado?

– Totalmente de acuerdo y, si por tradición vamos a encontrar buenos precios, hay que irnos preparados con un gaurdadito. El objetivo es comprar lo que podemos pagar, para no llegar endeudados al Buen Fin del próximo año.

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