La Presidencia del gobierno español pidió hoy a las fuerzas políticas que el próximo ejecutivo surgido de las elecciones del 20 de diciembre pasado, cuente con amplia base parlamentaria para hacer frente al desafío independentista.
La Presidencia de España refirió a través de un comunicado que el acuerdo que permitirá este domingo formar un gobierno de corte independentista en Cataluña debe sujetarse a las leyes españolas, y más aún quienes son electos para ocupar cargos en las instituciones.
La posición del gobierno español surge horas después de anunciarse un acuerdo entre independentistas y anticapitalistas, tras meses de negociación, que anula la aspiración de Artur Mas para reelegirse en la presidencia de Cataluña, y ceder el sitio a Carles Puigdemont.
El nuevo aspirante, alcalde de Girona, se someterá este domingo a la votación del Parlamento de Cataluña para ser investido presidente de la Generalitat, el día en que se vence el plazo para hacerlo o de lo contrario se tendrían que convocar a nuevas elecciones.
Ante ello, el gobierno de Mariano Rajoy llamó de nuevo “a la responsabilidad de los dirigentes de Cataluña para que pongan fin a la estrategia de división y fractura de la sociedad catalana, y dediquen sus esfuerzos a buscar solución a los problemas de los ciudadanos en vez de generar nuevas tensiones”.
Aprovechó para solicitar “a las distintas fuerzas políticas la necesidad de que el próximo gobierno de España cuente con una amplia base parlamentaria que garantice la estabilidad” del país.
Asimismo, para que tenga “la capacidad para defender con solvencia y eficacia el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país, y hacer frente al desafío independentista”.
La petición expresada se ajusta a la propuesta del propio Rajoy, que tras las elecciones de 20 de diciembre pasado plantea encabezar un gobierno apoyado por su formación el Partido Popular (PP), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos.
En los comicios el PP de Rajoy obtuvo 123 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, y necesita del apoyo de otras fuerzas para sumar 176 votos para la investidura que lo reelija, según el sistema parlamentario español.
La propuesta de Rajoy, hasta ahora rechazada expresamente por el PSOE y de forma parcial por Ciudadanos, se basa en que las tres fuerzas comparten la defensa de la Constitución española, rechazan la independencia de Cataluña, e incluso están en contra de un referéndum sobre la secesión.
A las fuerzas políticas catalanas, el gobierno español les aseguró en su comunicado que “no hay mayoría parlamentaria que pueda amparar o justificar actos ilegales o, menos aún, la pretensión de romper la soberanía nacional expresada en la Constitución”.
“El gobierno de España garantiza que la Ley se respetará y que todas las instituciones cumplirán con su deber, como han venido haciendo hasta ahora, en defensa de la soberanía nacional y de los derechos y libertades de todos los españoles, también de los que viven en Cataluña”, añadió.
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