El líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, conocido como El Chapo, regresó seis meses después de su fuga, al penal de máxima seguridad de El Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, a unos 25 kilómetros de Toluca, la capital del Estado de México.
De acuerdo con diarios nacionales, que citan fuentes de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), funcionarios de la Secretaría de Gobernación instruyeron al personal del Centro Federal de Readaptación Social 1 habilitar un módulo exclusivo para el capo más buscado del país, para lo cual se reubicaron a varios de los internos.
El periódico Excélsior informó este domingo que el módulo donde recluyeron a Guzmán Loera está aislado de cualquier contacto y está vigilado por cámaras de video y por custodios que verifican su estancia por intervalos de una hora o hacen guardia afuera de su celda, que no es la misma de donde se evadió.
La videovigilancia sobre el capo se reforzó y ahora no son tres funcionarios sino 10 los que vigilan las 24 horas del día los monitores donde se aprecia la celda de El Chapo. Además las cámaras están conectadas con el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
El capo se escapó la noche del 11 de julio de 2014 del penal de El Altiplano, considerado uno de los más seguros e impenetrables del mundo; la fuga fue a través de un túnel subterráneo de un kilómetro y medio de longitud, habilitado con tanques de oxígeno y una motocicleta anclada a rieles rudimentarios.
El viernes 8 de enero pasado Guzmán Loera fue recapturado en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, por efectivos de la Secretaría de Marina, apoyados por agentes de Estados Unidos y Colombia, luego de semanas de seguimiento de sus movimientos, escondites y comunicaciones.
El narcotraficante, uno de los más ricos del mundo, permanecía recluido en el penal donde ahora vuelve a dormir desde el 22 de febrero de 2014 tras haber sido recapturado por primera vez en Mazatlán, Sinaloa luego de su primera fuga el 19 de enero de 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
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Supervisión
El titular de la CNS, Renato Sales Heredia, realizó un recorrido de supervisión por el penal federal, donde se revisaron los mecanismos de esclusas, el funcionamiento de las cámaras, la seguridad perimetral, condiciones de monitoreo en los centros de mando y las condiciones de internamiento de la población penitenciaria.
A través de un comunicado la CNS aseguró que “hoy, las condiciones del penal cumplen plenamente con los protocolos internacionales en la materia”; la dependencia revisó también la tecnología en el ingreso del personal que labora en el centro carcelario; de las visitas y de la población penitenciaria.
El recorrido se prolongó por espacio de cuatro horas, en el que se revisaron los mecanismos de control y seguridad, tanto del personal como de la población penitenciaria y los mecanismos de actuación.
Blindan cárcel
La medidas de seguridad se extremaron no sólo al interior, sino también al exterior del penal de El Altiplano, donde soldados del Ejército, policías federales y estatales vigilan el perímetro de la cárcel para evitar una nueva fuga o rescate de El Chapo.
El Ejército instaló un retén a unos 300 metros de la entrada al penal, donde revisan vehículos e interrogan a los tripulantes sobre los motivos de su presencia en el lugar, de acuerdo con el periódico Excélsior.
Incluso se advierte la presencia de dos tanquetas blindadas del Ejército, una en el retén y otro más próxima a la entrada del reclusorios, y dos helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aérea realizan sobrevuelos preventivos.
Cerca a la cárcel continúan las obras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el Sistema Cutzamala, que recolecta, almacena, potabiliza y distribuye agua para la Ciudad de México y Toluca.
Los trabajadores están ahí desde hace seis meses, cuando se fugó el narcotraficante; portan un uniforme color amarillo y un suéter color violeta que los permite identificarse participantes de la obra de la Conagua.
Los acorralan
El Chapo fue detenido junto con su jefe de sicarios y hombre cercano, Orso Iván Gastélum Cruz, conocido como El Cholo o Iván Cholo, y quien también formaba parte de los 122 objetivos prioritarios del gobierno mexicano.
Ambos lograron escapar del primer intento de la Marina por detenerlos en un domicilio de Los Mochis. De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), ambos escaparon por el drenaje y al verse acorralados salieron a la superficie para robar dos vehículo y continuar la fuga.
El reporte de robo permitió continuar con la búsqueda de los vehículos, lo que permitió detectar las unidades en la carretera Los Mochis-Navojoa; tras ser capturados fueron llevado a un motel, donde las fuerzas federales esperaron refuerzos y luego lo llevaron al aeropuerto de Los Mochis para finalmente trasladarlos a la Ciudad de México.
