El pasado sábado, se realizaron en Taiwán las elecciones generales para elegir al nuevo presidente y al Congreso, resultando electa, Tsai Ing-wen, la candidata del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP).
En las recientes elecciones, Tsai obtuvo el 56.2 por ciento de los votos, frente al 31 por ciento de su opositor Chu, del Gobernante Partido Kuomintag.
De acuerdo con la información de la Comisión Central Electoral de la isla, las recientes elecciones registraron la más baja participación en la historia, confirmando a los jóvenes como los mayores votantes.
Sin embargo, las elecciones se vieron eclipsadas por el escándalo generado por una popular cantante del grupo «K-Pop», quién a través de un video difundido en las redes sociales, «manifestó» su apoyo al Partido Demócrata Progresista frente al Gobernante Partido Kuomintag.
Tsai Ing-wen es una profesora universitaria de 59 años de edad, cuya formación incluye posgrado en la universidad de Londres. En su primera aparición pública, la presidenta electa expresó que su administración sostendrá una política hacia China «predecible y estable», sin rechazar los acuerdos alcanzados hasta la fecha, a la vez que defenderá la soberanía de Taiwán frente a China.
Cabe recordar que son dos las entidades políticas que constituyen la nación china: en el continente se encuentra la República Popular China y, del otro lado del Estrecho de Taiwán –en la isla de Formosa–, la República de China en Taiwán.
Desde que concluyó la guerra civil en 1949 (de la cual resultó la división entre una China comunista y una nacionalista), las autoridades de Beijing consideran al territorio que gobernará Tsai Ing-wen «la provincia de Taiwán». Sin embargo, los hechos demuestran el status de entidad política autónoma de la isla desde 1949, existiendo incluso autores que remontan la separación de China a 1895, año en que Japón se la arrebató a la dinastía Qing.
