El juzgado segundo de distrito con sede en Cancún, Quintana Roo, concedió la suspensión definitiva de las obras de remoción, desmonte y relleno en el malecón Tajamar, hasta que se tenga una sentencia en el juicio de amaparo.
“En el caso se involucran derechos de una colectividad, intimamente vinculadas a su vez con el impacto ambiental, el cual prevalece sobre el interés particular de la persona física o moral que ejecute las obras relacionadas”, especifica el documento.
Detalla que en caso de que dichas obras ya estén concluidas, se ordena suspender el inicio de actividades vinculadas con obras civiles.
Sin embargo, la defensa juridico-ciudadana ampliará las demandas en contra del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Fonatur defiende; para Profepa es inviable
Manuel Mercado Bejar, director Juridico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), aseguró que el 83.7% de lotes del malecón se vendieron en la administración de Felipe Calderón, es decir, de 2006 a 2012.
Detalló que los lotes desmontados, en su totalidad, fueron adquiridos por privados en la administración panista, por lo que cualquier acción de la actual administración para frenar las obras hubiera resultado en una demanda.
Aseguro que la no realización del desmonte habría provocado una contingencia que hubiera costado al gobierno federal más del presupuesto destinado a turismo para 2016, y además defendió el proyecto asegurando que atenderá a la necesidad de espacios públicos de ese importante destino turístico.
Por su parte, Guillermo Haro, Procurador Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aseguró que bajo la normatividad actual, del artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre, en las condiciones que guarda el proyecto sería inviable otorgar autorización para el desarrollo en Tajamar, «pero habrá que esperar la solicitud del manifiesto de impacto ambiental y será cuando la Semarnat determine la conveniencia de este desarrollo».
Aunque dijo que las obras en Tajamar no es ecocidio, ni de devastación ambiental. Y que las primeras etapas del proyecto se respetaron según las autorizaciones ambientales. Pero para la tercera etapa que tiene que ver con las construcción inmobiliaria en el predio, los empresarios deberán obtener nuevas autorizaciopnes que responden a las leyes actualmente vigentes.
TE RECOMENDAMOS
Inviable otorgar autorización para desarrollo en Tajamar
Lo que hasta ahora sabemos de la obra en el Manglar de Tajamar
