El ahijado político de Ángel Aguirre, Sofío Ramírez, fue presentado con bombo y platillo en la bancada del PRI en el Senado como su nuevo integrante.
El legislador que llegó al Senado por el PRD, y que en algún momento era uno de los aspirantes a gobernador por su cercanía y operatividad a favor de Aguirre, se integró a las filas priistas con todo y su chamarra roja con nombre y apellido como el resto de sus compañeros.
A Sofío Ramírez lo saludaron y platicaron con él los secretarios de Estado que estuvieron invitados a la reunión plenaria previa al inicio del periodo de sesiones.
La elección de Omar Fayad como candidato del PRI a la gubernatura de Hidalgo resultó de una encuesta telefónica en la que participó, por lo menos en su revisión, el sector empresarial, y de la que resultó Omar Fayad como el mejor posicionado de los tres nombres más sonados.
La competencia entre Fayad, David Penchyna y Nubia Mayorga se tornó dura y cerrada por los personajes atrás de ellos. De Penchyna siempre se especuló que Los Pinos le debía la aprobación de la reforma energética; de Mayorga se conocía el apoyo total del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con quien se encargó de las finanzas en el gobierno hidalguense; y de Fayad se conocía la popularidad y la cercanía a Manlio Fabio Beltrones.
Andrés Manuel López Obrador quiere la venganza política en su tierra Tabasco y armó un nuevo plan para competir en las urnas con el perredismo que un día dirigió.
De esta forma, impulsa a uno de sus mejores amigos, Octavio Romero Oropeza, para que trate de ganar la alcaldía de Centro y desde ahí hacerle ruido a otro ex amigo, el gobernador Arturo Núñez, con el que quedó más que peleado en las pasadas elecciones, pues López Obrador aseguró que desde el gobierno local hubo una “traición”.
Y sobre Andrés Manuel López Obrador, los perredistas no pierden oportunidad de responderle al tabasqueño y hacerlo con adjetivos personales cuestionando casi casi su estabilidad emocional.
López Obrador aseguró que los perredistas necesitaban una limpia porque sus candidatos les salían todos muy sucios -vinculados a la delincuencia o que renuncian- a lo que Carlos Navarrete dijo que efectivamente el ex candidato presidencial se siente chamán entre muchas otras de sus facetas, incluyendo la de político.
