En las inmediaciones del penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, reina la incertidumbre después del motín que dejó hasta el momento un saldo de 30 personas muertas y cinco lesionadas.
Familiares de reos se han dirigido hasta las inmediaciones del centro penitenciario para obtener noticias sobre los internos, pero la información ha sido escueta.
«Que nos dejen unos cinco minutos para verlos, para saber si no están entre los lesionados o muertos. Nadie nos ha dado información», dijo la señora Rosalba Ovalle.
Agregó que hay rumores de que las autoridades penitenciarias trasladarán a Torreón, Coahuila, o Durango, en Durango, a los internos.
«(Lo único que hicieron) fue poner un letrero de las áreas donde se hizo el conflicto», refirió la mujer, mientras espera, junto a decenas de personas, información oficial.
Durante algunos lapsos hubo enfrentamiento entre familiares y policías antimotines de la Fuerza Civil, pues a pesar de la información oficial, en las afueras del penal no dieron a conocer los datos.
Con información de Israel Salazar