Tener una casa propia es uno de los sueño más importantes de cientos de parejas de nuestro país, que este domingo celebran el Día del Amor y la Amistad. Si es tu caso, una opción viable es contratar un crédito .
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), señaló que hacer la gestión de un financiamiento hipotecario en pareja incrementa las posibilidades de obtenerlo y aumenta el monto de recursos para obtener una vivienda.
Explicó que dicha modalidad financiera se denomina Crédito Hipotecario Mancomunado o conyugal y se puede obtener a través de un banco, una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) o el Fovissste.
Ventajas y beneficios
El organismo destacó que una de sus ventajas de dicho mecanismo es que las instituciones que los otorgan toman en cuenta el ingreso conjunto de la pareja, lo cual permite obtener hasta 70% más ingresos que si es contratado de forma individual.
“Los contratantes suman la cantidad de ingresos comprobables, sin importar quién recibe un sueldo mayor, con el fin obtener un monto mayor de financiamiento y adquirir una vivienda de mayor costo, con área superior de construcción o mejor ubicada», apuntó.
¿Cuáles son los requisitos?
A través de un artículo publicado con motivo del 14 de febrero, la Condusef indicó que los requisitos para la contratación del Crédito Hipotecario Mancomunado son básicamente los mismos que para un Crédito Hipotecario Individual: identificación, comprobantes de ingresos, referencias bancarias, y un historial financiero positivo, entre los más importantes.
Sobre este último punto, indicó que si alguno de los integrantes de la pareja tiene problemas en el Buró de Crédito, ello repercutirá para el trámite y es posible que enfrente algún tipo de negativa de parte de banco.
¿Existen restricciones?
La Condusef afirma que algunas instituciones permiten tramitar el Crédito Hipotecario Mancomunado a parejas que viven en concubinato o entre familiares, aunque la mayoría solicita que haya un matrimonio constituido comprobable por medio del acta civil correspondiente.
Para fines de la contratación del crédito, detalla, ambos firmarán el contrato, pero el que aporte más ingresos será el que se reconozca como acreditado y el otro será el co-acreditado, aunque su situación será la misma, con las mismas responsabilidades y beneficios.
De este modo, ambos se obligan a pagar el préstamo según lo convenido y al final del crédito ambos serán dueños del inmueble en partes iguales sin importar quién aportó más y quién menos.
Pregunta por los seguros
Advierte que una vez que se obtiene el crédito, existen diversos factores que pueden afectar la capacidad de pago, o que ponen en riesgo el patrimonio, por ello, es necesario adquirir seguros que cubran la vida del crédito.
«Es por esto que te recomendamos que consultes en el Buró de Entidades Financieras los diversos productos de seguros que te pueden proteger en caso de algún imprevisto, por ejemplo el Seguro de Casa Habitación y el Seguro de Desempleo” puntualiza.
También recuerda que la muerte de alguno de los dos es algo que puede llegar a ocurrir y en este caso será necesario notificar de inmediato a la institución de crédito y a la aseguradora para proceder al trámite del seguro de vida.
Por último, sugiere que antes de realizar los trámites correspondientes se debe considerar gastos extras como avalúos, comisiones, seguros y escrituración.
Recomendaciones
Para sacarle provecho a un crédito conyugal, los expertos te recomiendan:
1. No contrates problemas.
Analiza la estabilidad laboral de los contratantes del crédito mancomunado o conyugal: si los ingresos de ambos son constantes, si las deudas previas no son un impedimento y, sobre todo, si llevas una relación solida y confiable para comprometerse a liquidar el adeudo durante los próximos 15 ó 20 años.
2. Ahorra para enganche
Lo ideal es contar con 25% del costo de la vivienda e, incluso, en el mejor de los casos aportar 40% del mismo, para demostrarle al banco que están comprometidos y dispuestos a ser socios. Entre mayor es la cantidad, el plazo de pago puede ser menor, aportas menos intereses y creas un patrimonio firme.
3. Aprovecha las preventas
Algunos desarrolladores te dan la opción de cubrir el enganche y la inversión inicial –comisiones por apertura de crédito, investigación o cuotas de administración– en uno o hasta dos años, mientras esperas la entrega de la vivienda y la firma de las escrituras. Habla con tu contraparte y planea la manera de incrementar tal monto.
4. Acércate a un profesional inmobiliario
Los agentes inmobiliarios cuentan con las herramientas, recomendaciones y conocimientos o experiencia necesaria para elegir la mejor opción o contrato, lo cual te dará la seguridad de hacer una buena inversión, con un menor riesgo.
5. Antes de firmar un contrato…
Verifica las cláusulas, comisiones, políticas y formas de pago; seguros que incluye, penalizaciones, servicios y exclusiones. Si tienes dudas, no asumas ningún compromiso.
6. Compara y elige la mejor opción
No te olvides de comparar dos o tres opciones de compra y seleccionar la que más te conviene, de acuerdo a tu capacidad de pago e ingresos disponibles –que no estén comprometidos por otras deudas o gastos básicos.
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