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CNDH pide legislar sin violar derechos de los gays

La Comisión recomendó a los gobernadores y a los congresos estatales promover cambios y modificaciones a disposiciones normativas y administrativas, a fin de consolidar entre sus ciudadanos un matrimonio igualitario.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) concluyó que la heterosexualidad no debe ser la única orientación válida en las leyes mexicanas, por lo que el matrimonio visto exclusivamente para la procreación o perpetuidad de la especie viola los derechos de los homosexuales.

Bajo esta visión, la CNDH recomendó a los gobernadores y a los congresos estatales promover cambios y modificaciones a disposiciones normativas y administrativas, a fin de consolidar entre sus ciudadanos un matrimonio igualitario.

Esta petición expresa a los poderes ejecutivos y a los órganos legislativos de los diversos órdenes normativos de la República es la parte sustantiva de la “Recomendación General 23/2015 sobre el Matrimonio Igualitario” que fue entregada a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

En el documento, la CNDH expone que casi la totalidad de las legislaciones estatales del país reducen el matrimonio a la procreación, porque son textos contrarios a las leyes de avanzada que avalan órganos internacionales, pues en lugar de promover la igualdad refuerzan el discurso dominante del binomio sexualidad-reproducción, así como la consideración de que la heterosexualidad es la única orientación válida de los mexicanos.

“La imposición del deber de procrear o la perpetuidad de la especie como fin del matrimonio es inconstitucional. El acceso al matrimonio no puede estar condicionado una sola orientación sexual, pues dichos fines son contrarios al derecho de autodeterminación de la persona y al libre desarrollo de la personalidad”, detalla parte de la recomendación.

En la justificación de la CNDH, se describe que la discriminación hacía la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travestis e Intersexuales (LGBTTTI) sigue siendo en México un problema de carácter sistémico-estructural que responde a las asimetrías distribucionales del poder, caracterizado por profundos acuerdos culturales, históricos, políticos y sociales determinados por visión dominante y binaria de la sexualidad.

En esta línea, el matrimonio civil ha permanecido como una institución predominantemente heterosexual, fruto del establecimiento normativo del binomio sexualidad-reproducción.

El diagnóstico

En el aspecto normativo, solamente el Distrito Federal y Coahuila han modificado sus códigos civiles y/o familiares para permitir el matrimonio igualitario y al menos en Quintana Roo la redacción es ambigua, la cual permite diversas interpretaciones.

“Con respecto al resto de las entidades federativas, esta CNDH observa que a través de juicio de amparo, diversas personas han podido obtener el acceso al matrimonio igualitario, sin embargo los congresos locales de estas entidades federativas no han realizado las reformas legislativas necesarias para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo”, agrega la recomendación.

La CNDH también consideró que las regulaciones en la materia que hay diversas entidades, como las conocidas como “sociedad de convivencia”, “pacto civil de solidaridad”, “enlaces conyugales” también son violatorias de derecho, porque se establecen dos regímenes jurídicos diferenciados, propiciando un trato desigual.

“En este caso, la creación de un régimen distinto de derecho para regular una situación equivalente (al matrimonio igualitario) genera también discriminación”, expuso.

Estatus mundial

La recomendación de la CNDH argumenta que en la actualidad 24 países en el mundo han reformado sus normativas internas para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Estas naciones son: Países Bajos, Reino Unido (con excepción de Irlanda del Norte), Eslovenia, España, Bélgica, Canadá, Groenlandia, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia, Luxemburgo, Finlandia, Brasil, Irlanda, Estados Unidos de América, Chile y México (aún sin las adecuaciones legislativas en todas las entidades federativas).

En México, según la CNDH, prevalecen desacuerdos sociales en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo y como ejemplo puso la Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2010.

Ante el planteamiento: ¿Qué tanto cree usted que en México existe oposición a que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio? Las respuestas fueron: 28.2 por ciento sostiene que “mucho”, 24.3 por ciento “algo”, 30.5 por ciento “poco”, 12.5 por ciento “nada”, y 4.5 por ciento no contestó la gente.

La respuesta conjuntamente mayoritaria manifestó que 83 por ciento mostró algún grado de desacuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que un 12.5 por ciento no tendría ninguna oposición al mismo.

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