Manlio Fabio Beltrones abrió fuego contra Andrés Manuel López Obrador al acusarlo de malversación de fondos en la construcción de los segundos pisos cuando era jefe de Gobierno del hoy ya inexistente Distrito Federal, pero el tabasqueño le respondió en minutos y puso a su disposición las conclusiones de la fiscalización de esos recursos, no sin antes calificar al priísta de “reverendo ladrón” y aplicar el clásico “no somos iguales”. Las diferencias entre los dos políticos han subido de tono a partir de que López Obrador aparece en todos los spots que tiene Morena al aire y por lo cual, lo acusan de violar la ley electoral y de promover su imagen rumbo al 2018. Incluso, nos aseguran que el PRI quiere llevar el tema al Instituto Nacional Electoral para prohibir la explotación de la imagen del tabasqueño o incluso promover otra una reforma electoral para reglamentar los contenidos de los spots.
Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena se alistan para una nueva batalla con el gobierno federal. Nos dicen que luego del anuncio hecho por el presidente Enrique Peña Nieto respecto adelantar la importación de las gasolinas, analizan las acciones a desplegar que podría ir desde sabotear a las empresas que decidan instalar gasolineras o buscar otras operaciones que impidan la consolidación de la reforma energética que nunca apoyaron.
La delegación Cuauhtémoc llegó a un acuerdo con el corporativo Bancomer para que ésta última realice labores de mitigación en varias calles aledañas a su nueva sede que quedaron en malas condiciones luego de los siete años que duró la construcción de la Torre. Hamburgo, Lieja, Sevilla y Tokio, son las calles de la colonia Juárez a las que se les dará una manita de gato después de acordar esfuerzos comunes que serán de palabra y sin firma de un documento pero con él pretenden calmar a los vecinos de la zona que se vieron afectados por las obras que comenzaron desde 2008 y que incluyeron excavaciones profundas y maquinaria que alteró la estética.
Un año después, los comerciantes del mercado Santa Cruz Atoyac volverán a sus locales pues el gobierno delegacional de Christian VonReerich por fin terminará la remodelación que le heredó Jorge Romero y que, en principio, sólo duraría seis meses. Será la primera semana de marzo cuando abra sus puertas y termine para los locatarios el viacrucis que se extendió por seis meses luego de que se atravesaran las elecciones del año pasado y la delegación, como por arte de magia, se quedara sin recursos para continuar con los trabajos.
