La libertad de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, “El Yorch”, se debió a que la jueza encargada del caso resolvió de último momento, y antes de abandonar el país con premura, que la Procuraduría General de la República (PGR) no acreditó la flagrancia de la venta de drogas por parte del inculpado cerca de Ciudad Universitaria, además de desestimar pruebas como videos y fotos del momento en que el inculpado realizaba el ilícito.
Fuentes al interior de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la PGR detallaron que la jueza Undécimo de Distrito de Procesos Penales Federal en el Distrito Federal, Rosa María Cervantes Mejía, no dio vista al Ministerio Público federal antes de que el sábado 5 de marzo a las 23 horas de la noche resolviera la situación jurídica del inculpado dictándole la formal prisión con la reclasificación del delito a “contra la salud en su modalidad de narcomenudeo”, en su variante de posesión simple. La PGR ya dio a conocer que apelará la resolución.
Según la información obtenida por LA SILLA ROTA, pese a que la PGR puso a disposición de Cervantes Mejía videos y fotografías de la detención del sujeto que se realizó en el momento en que presuntamente vendía droga a una mujer, la jueza decidió reclasificar el delito porque la dependencia no presentó a la compradora.
La jueza también desestimó que la PGR acreditó que la posesión del narcótico era con fines de venta. Por ejemplo, que los 50 envoltorios de cocaína que se le decomisaron al inculpado estaban empaquetados, lo que suponía su comercialización.
Además, la Procuraduría comprobó la agravante de haber sido detenido en flagrancia en la cercanía a un centro escolar, a 45 metros de Ciudad Universitaria.
La decisión de la juzgadora, estimaron, pudo verse influenciada por la premura, pues esa misma noche Cervantes Mejía se dirigió al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para viajar a Puerto Rico, y a su regreso será reasignada en otro juzgado.
