El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha ordenado construir una nueva calle residencial para investigadores en Pyongyang con la intención de seguir impulsando el desarrollo científico pese a las sanciones internacionales, según informó hoy la agencia estatal de noticias KCNA.
La nueva calle Ryomyong, ubicada en la zona norte de la capital, albergará «apartamentos para científicos e investigadores, incluidos docentes de la Universidad Kim Il Sung, guardería, lavandería, oficina de correos y otros edificios e instalaciones de servicio público», indicó la agencia.
El líder declaró oficialmente el inicio de la construcción tras examinar los planos de la nueva calle y pidió a todos los organismos de Estado «brindar un apoyo activo» al nuevo proyecto para que pueda finalizar antes de que acabe este año.
«No se trata solo de construir una calle, sino que es una oportunidad para mostrar el espíritu de Corea del Norte de estar al día con el mundo a pesar de todo tipo de sanciones y de la presión de los imperialistas estadounidenses y sus seguidores», destacó el medio estatal.
El país parece indicar así que seguirá apoyando programas científicos, entre los que destacan los de misiles y armas nucleares (que copan buena parte del presupuesto nacional), pese al castigo de la comunidad internacional a raíz de su prueba nuclear de enero y del lanzamiento en febrero de un cohete espacial, considerado una prueba de misiles encubierta.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso a Pyongyang duras sanciones financieras y comerciales en un intento de ahogar sus fuentes de ingresos, mientras Corea del Sur, EU y Japón han decretado medidas punitivas adicionales de forma unilateral. Sorprende también que Kim Jong-un haya ordenado la construcción de una nueva calle para los investigadores del país menos de cinco meses después de inaugurar en octubre un proyecto similar, la Avenida de los Científicos Mirae, y un nuevo complejo de ciencia y tecnología de 100 mil metros cuadrados, también en Pyongyang.
El joven dictador ha expresado en numerosas ocasiones su intención de promover el sector científico y tecnológico como pilar fundamental para el desarrollo de misiles y armas nucleares, declarado este último como la principal prioridad del Estado comunista.
