Se destinaron casi 65 millones de pesos para este equipamiento de seguridad, según informes obtenidos por Publimetro
Cinco mil botones de emergencia o de pánico se encuentran desaparecidos en el municipio de Guadalupe, en Nuevo León, y tal parece que a nadie le interesa a dónde fueron a parar.
En septiembre de 2010, la entonces alcaldesa priísta, Ivonne Álvarez, anunció la instalación de 2 mil 500 botones de emergencia en domicilios de Guadalupe.
Antes de que terminara su mandato, la Administración municipal ya había instalado 2 mil 725 botones de emergencia en comercios y domicilios.
«La ventaja de tener estos botones, es que las llamadas que se generen son 100% confiables y no serán de bromas o reportes en falso», mencionó Álvarez en 2010.
“En total, se adquirieron 5 mil botones de emergencia y 64 postes, pero no sabemos en dónde están. Tratamos de hacer un inventario y nadie nos dio razón de ellos, por eso es que solicitamos una investigación sobre lo que acontecía, pero a nadie pareció importarle», reveló una fuente conocedora del caso, que prefirió el anonimato, pues no está autorizado para hablar sobre el tema.
De acuerdo a información obtenida en el portal de transparencia Seguritech, sería la empresa responsable de los botones de pánico o emergencia, los cuales habrían instalado durante la época violenta del Estado cuando al mando de la policía municipal se encontraba el Coronel Enrique San Miguel.
Los postes con botones de pánico tampoco funcionan y, aunque se hizo un recorrido por el municipio, Publimetro no logró localizar alguno que funcionara.
“Se destinaron casi 65 millones de pesos para este equipamiento. Se habían equipado dos unidades móviles con cámaras para leer placas de autos con reporte de robo, de ese equipo nada sabemos. Y aunque preguntamos aquí y allá por los botones, las cámaras y las unidades móviles, no obtenemos respuestas», añadió la fuente.
La mayoría de los domicilios que, según fueron beneficiados con la instalación del botón de emergencia, dicen que ya no lo tienen. Otros aseguran que desde hace mucho tiempo dejó de funcionar. Y aunque la fuente consultada aseguró que en su momento solicitaron una auditoría interna para tener una bitácora de domicilios y negocios beneficiados con el botón de pánico, las Administraciones se negaban a levantar el censo, por lo que nunca se supo si en verdad se adquirió lo que se anunció o fue sólo una pantalla para bajar recursos en tiempos de campañas electorales.
