El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México hace las gestiones necesarias para que algún familiar reclame el cadáver de una niña que permanece en la sede del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).
La instancia informó en un comunicado que si nadie identifica el cuerpo, que fue hallado hace un año en una maleta deportiva en la calle Berlín, de la colonia Juárez, será inhumado el 25 de abril, cuando se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil.
Esa acción tendrá lugar en un lugar adquirido ex profeso en el Panteón San Isidro, como recordatorio de la persistencia de ese flagelo.
El tribunal destacó que en la historia forense reciente de la capital del país no hay antecedente de que el cuerpo de un menor de edad quedara sin ser reclamado, por lo que se considera un hecho no común. De ahí los esfuerzos desplegados para que su destino no sea la fosa común.
Abundó que de acuerdo con la necropsia, un traumatismo cráneo-cervical es la causa de muerte de la niña, que tenía entre 18 y 24 meses de edad y que al momento de ser encontrada, llevaba unos aretes tipo broquel y una pulsera roja de hilo en la muñeca izquierda.
La infante medía aproximadamente 85 centímetros, tenía cabello lacio y color castaño medio, ojos color café, orejas regulares, boca mediana, nariz ancha y pequeña, así como complexión mediana.
Por tratarse de un cadáver ingresado en calidad de desconocido, además de la necropsia que establece la ley, especialistas del Incifo practicaron estudios de antropología, odontología, dactiloscopia, fotografía, radiología y genética para facilitar su identificación.
El tribunal tiene facultades legales para depositar el cadáver en la fosa común, pero en mayo se determinó embalsamarlo, lo que hicieron especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para alargar su conservación, en espera de que fuese reclamado.
A partir del estudio de ácido desoxirribonucléico se logró el perfil genético de la pequeña, que el tribunal envió a todos los servicios forenses del país con el objetivo de encontrar alguno que coincidiera, en el supuesto de que la madre o el padre también hayan fallecido.
En cuanto a la posibilidad de que la niña fuese de origen extranjero, la presidencia del tribunal estableció contacto con embajadas de países de Iberoamérica, Europa, Estados Unidos y Canadá, para entregarles el perfil genético a fin de hallar alguna coincidencia, lo que no ha ocurrido.
Con información de Notimex.
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