Las tensiones entre hispanos y blancos en Long Island, Nueva York, se suavizaron en los aproximadamente ocho años que han pasado desde que un inmigrante ecuatoriano fue asesinado en un crimen de intolerancia racial.
Sin embargo, algunos latinos que viven en Patchogue, donde ocurrió el apuñalamiento, temen ahora que se caldee de nuevo el ambiente tras la prevista visita del aspirante republicano a la presidencia Donald Trump al poblado, a 96 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
«A lo mejor habla mal de los latinos», opinó Angel Zhicay, un ecuatoriano de 50 años, dueño de un establecimiento de envío de remesas en el centro de Patchogue. «Hemos sufrido en este pueblo. Hubo mucho cambio, hoy en día es más tranquilito. Pero ahora viene él, un personaje muy discriminatorio”.
Se espera que Trump, quien plantea deportar a los 11 millones de extranjeros que se cree están en el país sin permiso, hable el jueves en el local The Emporium, ubicado en la misma calle donde murió Marcelo Lucero, de 37 años, a manos de un grupo de adolescentes blancos que agredían a hispanos como pasatiempo.
Trump también ha dicho que pretende terminar de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México, a ser pagado por los mexicanos. Los comentarios que realizó al inicio de su campaña, cuando dijo que entre los inmigrantes mexicanos que llegan a Estados Unidos hay violadores y delincuentes que llevan drogas al país, enfurecieron a muchos en la comunidad latina, que ha respondido con protestas y boicots.
El asesinato de Lucero sacó a la luz numerosos incidentes de violencia contra hispanos y jornaleros en el condado de Suffolk. Las cosas se calmaron, sin embargo, después de que la policía y la administración del condado cambiaran su forma de actuar tras una investigación del Departamento de Justicia.
Ahora hay quien teme que se abran viejas heridas.
«Podría ocurrir algo. Si viene Trump, los americanos vuelven a estar en contra de los latinos», opinó Jocelyn Fajardo, de 23 años y nacida en Estados Unidos pero con padres ecuatorianos.
Activistas e hispanos de la zona realizaron ruedas de prensa el lunes y el miércoles para condenar la prevista llegada del político y prevén protestas el jueves.
Trump irá a Patchogue como invitado del Comité Republicano del condado de Suffolk y hablará durante un acto de recaudación de fondos.
John Jay LaValle, presidente del comité, dijo a la AP que el acto se programó hace más de dos meses y que él invitó a todos los candidatos republicanos. Dijo que Trump aceptó la invitación la semana pasada.
«Mientras ofrecemos nuestra total solidaridad a la familia de Marcelo Lucero, desconfiamos de los motivos de aquellas personas que conectan ese despiadado crimen con el cometido del señor Trump a hacer cumplir las leyes de inmigración, que han sido ignoradas por ambos partidos (demócratas y republicanos) durante 30 años», dijo LaValle en un comunicado.
Portavoces de Trump no respondieron a repetidos mensajes de la AP solicitando comentario.
Joselo Lucero, uno de los hermanos de Marcelo, dijo que se siente «muy molesto» con la visita de Trump y que muchas organizaciones han expresado ese mismo malestar en las redes sociales.
«Hemos intentando crear un puente entre las dos culturas, para que se vea el lado más humano de una persona inmigrante, que sepan que cualquier persona que viene de cualquier parte del mundo lo deja todo y viene a darlo todo, que los inmigrantes no vienen a robar», dijo Joselo. «Pero su mensaje (el de Trump) es de todo lo contrario de lo que yo estoy diciendo».
El ecuatoriano también dijo que visitas como la de Trump pueden generar altercados.
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