En la Ciudad de México seis de cada 10 habitantes dicen sentirse inseguros en el transporte y no confiar en que el conductor de los autobuses, microbuses o combis maneje con precaución y se preocupe por evitar accidentes.
Así lo explicó la directora del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM), Mercedes Poiré, al presentar el estudio Tu Ciudad ¿te mueve o te paraliza?, elaborado en conjunto con el departamento de arquitectura de esa institución educativa.
La doctora Poiré afirmó que derivado de los hallazgos de la encuesta, se puede concluir que la gran mayoría de la población que usa el auto particular y el transporte público se ha sentido estresada al moverse por la Ciudad, debido a la sobredemanda, saturación de las calles y largos tiempos de recorrido.
Esto, dijo, ha impactado para que el 46% de los encuestados afirmen que el tiempo de traslado ha influido negativamente en su desempeño académico o laboral; “esto tiene que ver con el estrés, el cansancio, la preocupación que nos genera movernos en la ciudad”, dijo.
Otra manifestación en cambio de hábitos provocada por la dificultad para trasladarse es 44% ha pensado en cambiar de casa o zona de escuela o trabajo y el 53% ha dejado de ir a un evento por el tiempo de recorrido y el gasto en el traslado.
“El tema de la movilidad ocupa un lugar importante en nuestra mente cuando en realidad debiéramos poder estarnos ocupando de temas mucho más trascendentes para cada uno de nosotros”, dijo la doctora Mercedes Poiré.
Señaló que enviarán una copia del estudio al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la secretaría de Movilidad y demás entes involucrados en el tema con el objetivo de poder instalar mesas de diálogo para poder abordar los hallazgos de la encuesta y que se traduzcan en proyectos concretos.
Operadores, con entorno adverso
De acuerdo con el Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México A.C (Cenfes), los choferes de autobuses, microbuses y taxis trabajan en un entorno desfavorable caracterizado por la ausencia de seguridad social, protección legal, largas jornadas de trabajo, ingresos bajos y carencia de organismos gremiales.
Además del estrés que genera dicho entorno en los choferes del transporte público concesionado, estos muestran resentimiento por la “exclusión, falta de oportunidades, explotación, el desprecios y hasta racismo del que son objeto”.
“Adicionalmente, (trabajan) de 10 a 14 horas sentados en un sillón, expuestos a la contaminación y el tráfico”, lo cual genera problemas de salud en los choferes como diabetes, hipertensión, obesidad, dislipidemia (colesterol y triglicéridos), fatiga crónica, problemas de la vista, neurosis, entre otros.
Por ello el Cenfes ha propuesta desde julio de 2015 integrar a los trabajadores del transporte concesionado al régimen de seguridad social, abrir oportunidades de crédito para adquirir nuevas unidades; brindar servicio de comedores para abatir la mala alimentación, incluir el reparto de utilidades, un periodo vacacional, vales de gasolina, entre otros para mejorar el servicio y sus condiciones de trabajo.
