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Disturbios durante marchas contra Maduro

El opositor del gobierno Henrique Capriles resultó herido durante una marcha que pretendía acelerar el refrendo contra Maduro

El líder opositor venezolano Henrique Capriles resultó agredido el miércoles durante roces con la policía que intentó impedir el avance de una marcha hacia el Consejo Nacional Electoral, para demandar que se acelere el proceso de referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, quien desestimó la exigencia de sus adversarios.

Varios miles de manifestantes con banderas venezolanas y de diferentes partidos opositores se concentraron en una avenida del este de la capital para marchar hacia la sede del Consejo, en el centro de la ciudad.

La marcha no contaba con el permiso de la alcaldía oficialista de Caracas pero un grupo de manifestantes logró burlar un cordón de varios cientos de guardias nacionales y policías, y se escabulló entre la maleza hasta llegar a la principal autopista de la ciudad. Luego de recorrer algunos metros fueron interceptados por policías y guardias nacionales que lanzaron bombas lacrimógenas y algunas balas de goma para tratar de dispersarlos.

Capriles, acompañado de algunos seguidores y colaboradores, intentó avanzar en medio de la autopista pero fue interceptado por policías que los golpearon y empujaron con sus escudos plásticos. Tras algunos roces el dirigente fue rociado con gas pimienta en su rostro lo que lo dejó temporalmente sin visión y con el rostro irritado, situación que obligó a sus colaboradores a sacarlo rápidamente del lugar.

Pese a los incidentes y el congestionamiento de vehículos los manifestantes se mantuvieron en la autopista por varios minutos hasta que se retiraron de forma pacífica.

«Nosotros vamos a impulsar el revocatorio, lo vamos a seguir impulsando. No estamos jugando, vamos en serio. Vamos a pedir también las elecciones de gobernadores», dijo en conferencia de prensa el también gobernador del estado central de Miranda al anunciar que la oposición insistirá con nuevas movilizaciones para lograr la consulta electoral y defender la Asamblea Nacional, que por primera vez en 17 años está bajo control de la oposición.

«Nosotros no queremos ni estallido social, ni golpe de estado…por algo estamos hablando de revocatorio», agregó el ex candidato presidencial.

En otras nueve ciudades del interior la oposición también realizó marchas a favor del referendo. La coalición opositora convocó para el próximo sábado a una concentración en Caracas para exigirle al Consejo una respuesta sobre el proceso de validación de 1,8 millón de firmas que recolectaron en abril a favor del referendo.

El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos, afirmó que no descansarían hasta «lograr que se haga el referendo constitucional este año», y sostuvo que la crisis que enfrenta Venezuela se agudizará mientras Maduro siga en el gobierno. «Estamos tratando agónicamente si se quiere de buscar una salida democrática, constitucional, pacífica y electoral», acotó.

Sin hacer mención directa a la marcha opositora, Maduro dijo, durante una concentración con cientos de seguidores en el palacio de gobierno, que se está «montando un show en Venezuela para que hubiera violencia, para tapar el golpe de Estado de Brasil».

El gobernante desestimó las acciones de la oposición para acelerar el fin de su mandato, y señaló que «ninguna de las acciones golpistas y desestabilizadoras, así le pongan un barniz de constitución,… tiene viabilidad política ni va a lograr su objetivo de revocar o derrocar la revolución».

Las autoridades electorales deberán verificar en las próximas semanas la totalidad de las rúbricas. De ser validadas favorablemente, la oposición podrá pasar a otra fase del proceso que implica la recolección de casi cuatro millones de firmas para activar formalmente el referendo.

La constitución establece que el referendo revocatorio de un mandatario puede activarse al alcanzar la mitad de su período presidencial. Maduro llegó en 2016 a la mitad de su mandato de seis años.

Varios miles de empleados públicos y seguidores del gobierno, con camisas rojas y banderas venezolanas, marcharon por algunas vías del centro de la capital hasta el palacio de gobierno para celebrar la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que declaró inconstitucional una ley aprobada por la mayoría opositora del Congreso que le dio la propiedad de las viviendas a los beneficiarios de los programas estatales de construcción.

Desde la víspera las calles de Caracas fueron tomadas por miles de policías y militares como parte de un plan de combate a la creciente criminalidad.

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