Al menos 22 personas murieron por la explosión de otros dos coches bomba en el noroeste de esta capital, horas después de un atentado contra un mercado en el distrito de Sadr City, que dejó al menos 64 fallecidos. Una de las detonaciones se registró a la entrada de Kadhimiya, un distrito de mayoría chiíta, ubicado en el noroeste de la capital iraquí, provocando la muerte de al menos 15 personas y unos 33 heridos, informaron fuentes policiales.
La otra explosión se registró poco después en la vía comercial de un barrio predominantemente sunnita en el occidente de Bagdad, causando la muerte a otras siete personas e hiriendo a 20 más, según un reporte de la cadena árabe Al Arabiya. La fuente destacó que es muy probable que el saldo final de ambos ataques aumente, dada la gravedad de varios lesionados. Las explosiones se registraron a sólo unas horas de que un vehículo cargado de explosivos detonó en un mercado del distrito de Sadr City, un barrio predominantemente chiíta de Bagdad, causando la muerte de al menos 64 personas y 85 heridos, según el más reciente balance oficial. Aunque otros medios, señalan que la cifra de decesos alcanzó los 88.
Muchas de las víctimas en el ataque en Sadr City eran niños y mujeres jóvenes, entre ella muchas novias, que se encontraban en un salón de belleza cercano a la explosión y se preparaban para su próxima boda, destacó la Policía iraquí. Testigo y sobrevivientes del atentado aseguraron que los explosivos estaban en una camioneta cargada de frutas y verduras, cuyo conductor estacionó el vehículo y después desapareció rápidamente entre la multitud.
El grupo extremista Estado Islámico (EI), que opera en Irak y la vecina Siria, se responsabilizó del ataque contra el mercado al aire libre de Sadr City en una declaración en internet, aunque se ignora si también perpetró las otras dos agresiones. La agencia de noticias Amaq, vinculada al EI, informó que el atentado en Sadr City fue perpetrado por en atacante suicida y que había sido parte de una serie de operativos dirigidos a los combatientes de la milicia chiíta.
El EI, que controla amplias zonas del norte y el oeste de Irak, ha atacado con frecuencia a los chiítas iraquíes, a quienes considera herejes. En febrero pasado, dos atentados suicidas con bombas provocaron la muerte de al menos 70 personas y decenas de heridos. El Estado Islámico (EI) surgió en 2003 como una rama de la red Al Qaeda, aunque después se separó y tomó el control de amplias zonas de Siria e Irak, en donde en junio de 2014 estableció un califato que encabeza su líder Abu Bakr al Baghdadi.
El grupo yihadista es reconocido por los crímenes atroces que comete en nombre del Islam, como decapitaciones, lapidaciones, quemando vivas a sus víctimas o lanzándolas desde azoteas de edificios, aunque también ha perpetrado múltiples atentados suicidas.
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