El gobierno francés planea autorizar el divorcio por mutuo acuerdo, sin necesidad de un juez, para simplificar y acelerar el proceso.
La cámara baja discutirá los detalles en las próximas horas como parte de la modernización del sistema de justicia.
Sin embargo, asociaciones defensoras de la familia han expresado el temor de que el proyecto no tenga en cuenta la protección de los menores.
El ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, dijo que el proceso ante escribano costaría 50 euros (56 dólares) y cada cónyuge debería estar representado por un abogado. El divorcio requeriría una sentencia judicial si un menor pidiera ser oído por un juez.
Urvoas dijo a la radio France Inter el martes que quiere que los jueces «se concentren en los divorcios contenciosos».
Francia ya registra anualmente 66.000 divorcios por mutuo acuerdo, el 54% de todos los divorcios en 2015, dijo el ministro.
El defensor del pueblo Jacques Toubon expresó «fuertes reservas» con respecto al plan y exhortó a los legisladores a «velar muy en particular» por los derechos fundamentales de los niños. Recomendó que los divorcios sin juez se limiten a las parejas sin hijos o con hijos adultos.
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