La propuesta del presidente Enrique Peña Nieto de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo tampoco gustó a los grupos evangélicos del país, quienes se sienten desairados por Los Pinos. Nos dicen que estos grupos han buscado encontrarse con integrantes del gobierno federal, pero no han tenido suerte y ahora con esta propuesta ven más alejada la posibilidad de poner sobre la mesa propuestas para estrechar relaciones con el Estado mexicano.
En 2006 le coordinó la campaña presidencial y ahora lo denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) por usar el padrón electoral a favor de Morena. Se trata del perredista Jesús Ortega, quien ayer denunció a Andrés Manuel López Obrador por estar usando datos del listado nominal para enviar cartas a la ciudadanía, a fin de que voten por lo candidatos de Morena a la Constituyente de la Ciudad de México. El perredista, coordinador en el PRD de los chuchos, aseguró que el tabasqueño está violentando los datos privados de las personas, para mandarles a su casa una propaganda.
La Secretaría de Seguridad Pública de la capital tiene una denuncia ciudadana en sus manos sobre la presunta participación de algunos elementos que resguardan giros negros conocidos como table dance. Se trata de una colonia cerca de Ciudad Universitaria donde vecinos se han percatado de la presencia de patrullas alrededor de las 6:00 horas donde resguardan que mujeres salgan de los establecimientos cuando estos cierran y aborden taxis con rumbo desconocido.
Existe mucha inconformidad en la Consejería Jurídica de la Ciudad de México por el relevo de varios mandos o jefes de área que han sido sustituidos por «amigos» de Manuel Granados. En solo unas semanas, han habido hasta dos cambios de jefes en áreas como la dirección Administrativa donde llegó Daniel Zúñiga Esparza, quien tiene la gran virtud de ser amigo desde la ALDF de Granados. Los cambios podrían ser más que normales si no fuera porque cuando se hicieron los movimientos en el gabinete de Miguel Ángel Mancera se acordó respetar perfiles y talentos sobre todo en oficinas que llevan temas delicados como la Consejería.