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ELN libera a periodista española Salud Hernández

La periodista dijo que se encontraba en buen estado aunque advirtió que fue retenida contra su voluntad

BOGOTA, Colombia. La periodista española Salud Hernández-Mora, que había sido secuestrada por el grupo rebelde ELN hace seis días, fue liberada el viernes y en sus primeras declaraciones a la prensa dijo que se encontraba en buen estado aunque advirtió que fue retenida contra su voluntad.

«Estoy perfectamente bien, no ha habido ningún problema», aseguró Hernández-Mora a la radio local Todelar poco después de ser liberada por el ELN en una región del noreste colombiano donde fue entregada a una comisión integrada por miembros de la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo.

«Gracias a toda la gente que ha rezado, que ha estado conmigo», agregó.

Más tarde Hernández-Mora ofreció una rueda de prensa en el municipio de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander y al noreste de Colombia, y relató que ella viajó al municipio de El Tarra a hacer un trabajo periodístico. Explicó que allí fue abordada en una de sus calles por guerrilleros del ELN, quienes le pidieron que los acompañara.

Ella no vaciló ni temió hacerlo porque, según sus palabras, «conozco el Catatumbo desde 1999». En algún momento los rebeldes le dijeron que les entregara sus equipos y a renglón seguido una orden: «se va a que quedar unos días». Le trajeron una ropa, que se cambió por la que llevaba.

«Yo he sido siempre imprudente. Yo creo que un reportero tiene que ser imprudente; si no es imprudente, la mitad de las cosas no las conseguiríamos», dijo con vehemencia.

Sobre cómo fue su cautiverio, precisó que la movieron varias veces de los cinco a siete sitios donde la mantuvieron como rehén, y sobre su soledad comentó que «la pasé mirando para el cielo, cuando era el cielo, y para el techo, si era el techo».

Respecto de su futuro no dudó en afirmar que seguirá con su pasión de toda la vida: el periodismo.

Sobre la práctica del secuestro, afirmó que «es la cosa más estúpida y absurda que hay. Yo no le veo justificación. No he sacado nada claro. Yo rechazo cualquier tipo de secuestro. Es un delito que se debería erradicar de la faz de la tierra».

Añadió: «Yo estaba muy tranquila» porque «he cubierto conflicto por muchos años, entonces esas cosas tampoco me impresionan». Solo la angustiaba la preocupación de su madre, de 86 años.

Medios locales habían mostrado sobre las 2100 GMT las primeras imágenes de una sonriente Hernández-Mora en compañía del sacerdote católico Ramón Torrado, en Ocaña.

Hernández-Mora es corresponsal en Colombia del diario español El Mundo y colaboradora del periódico El Tiempo de Bogotá.

«Quiero celebrar el regreso de Salud Hernández a la libertad», dijo el presidente Juan Manuel Santos, quien a renglón seguido exigió la libertad inmediata de otros dos periodistas secuestrados.

Hernández-Mora había sido secuestrada el sábado pasado por rebeldes del Ejército de Liberación Nacional en El Tarra, un municipio de la conflictiva región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela.

«Confirmamos que ya está liberada, hablamos en directo con ella», había dicho monseñor Gabriel Ángel Villa, obispo de Ocaña y quien entregó al país la noticia.

Todo parece indicar que Diego D’Pablos y Carlos Melo, otros dos periodistas colombianos de la cadena de televisión RCN, también secuestrados en el Catatumbo, serán liberados el sábado, dijo Ángel Villa.

El ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, había responsabilizado la víspera al ELN por la retención ilegal de los tres periodistas.

La liberación de Hernández-Mora se dio en el mismo momento en que el presidente Santos viajaba al municipio de Tibú, ubicado en la misma región donde se produjo el secuestro de la reconocida periodista.

En el Catatumbo, un territorio con miles de hectáreas de cultivos de coca, operan varios grupos guerrilleros, bandas narco-paramilitares y narcotraficantes.

El ELN tiene en sus filas a unos 1.500 combatientes, según cifras oficiales.

El 30 de marzo en Caracas la administración de Santos y algunos de los principales jefes del ELN formalizaron un proceso de paz. Sin embargo, el gobernante ha advertido que las conversaciones públicas no comenzarán hasta tanto el ELN libere a todas las personas que mantiene secuestradas.

El caso de Hernández-Mora se había convertido en la noticia de primera plana en Colombia y había puesto en una posición incómoda al gobierno toda vez que sólo hasta el jueves hubo claridad sobre su secuestro.

En principio se dijo que la reportera se había ido por su propia voluntad a las selvas del Catatumbo a hacer un trabajo periodístico con el ELN. Esa información, incluso, fue confirmada el miércoles por el jefe de Estado.

Hernández-Mora, nacionalizada colombiana, ha adquirido reconocimiento en Colombia por sus duras críticas a los grupos armados del país.

Los periodistas Diego D’Pablos y Carlos Melo del RCN Televisión fueron secuestrados el lunes cuando se internaron en el Catatumbo para averiguar por la suerte de Hernández-Mora.

En la jornada, en varias ciudades del país hubo protestas de periodistas que exigían la liberación de sus tres colegas.

Adriana Hurtado, presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas, dijo el viernes que «los periodistas no pueden seguir convertidos en un botín ni para la guerra ni para la paz. Los periodistas tienen que ejercer libremente esta actividad que es para la democracia».

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