Morgan on concrete slide-out, Loro Parque, 05/16 from Dolphin Project on Vimeo.
Decenas de turistas quedaron sorprendidos cuando «Morgan», una orca de un acuario en Tenerife, España, «intentó suicidarse» frente a ellos; según un video dado a conocer por la organización «Dolphin Project».
En las imágenes se puede apreciar a la orca en una plataforma junto al estanque donde debería de estar; mientras otras orcas continúan nadando a su alrededor. De acuerdo a los comentarios de los testigos, parecía que el mamífero intentaba acabar con su vida.
«La organización `Morgan Monitors’ contó que después del último show de ese día, Morgan se deslizó hacia la plataforma, y permaneció ahí durante aproximadamente 10 minutos«, se lee en el boletín emitido por «Dolphin Project».
La organización en pro de los derechos de los animales no puede explicar qué llevó a la orca a comportarse de esa manera; aunque las autoridades del acuario Loro Parque, en Tenerife, informaron que estas acciones son «completamente normales».
En un comunicado, Loro Parque descalificó el video publicado por «Dolphin Project» y lo declaró «un nuevo intento de manipulación a través de la exageración y la dramatización de una situación completamente normal».
«Morgan» fue vista por primera vez, enferma y demacrada, en la costa de Holanda en 2010. En aquél entonces el delfinario de Harderwijk la capturó para rehabilitarla, pero en vez de devolverla al mar, se le trasladó a Loro Parque.
La empresa Sea World -que hace unos meses anunció el fin de su programa de crianza de orcas- reclamó su propiedad y «Morgan» permanece en cautiverio, a pesar de la protesta de un gran número de biólogos marinos, quienes establecieron la fundación «Free Morgan».
«El cautiverio de Morgan no ha sido sencillo. Además de la tensión normal y de las deplorables condiciones, ha sido blanco de ataques de otras orcas», señala la organización.
Una orca sorda
Un estudio publicado a inicios de este mes aseguró que Morgan tiene una deficiencia auditiva notable, por lo que descartan regresarla al mar abierto; ya que las orcas -como muchos cetáceos- dependen de su oído para comunicarse y para la ecolocalización, de acuerdo a la investigación dada a conocer en el sitio «Aquatic Mammals«.
Sin embargo, este problema no fue detectado cuando se le rescató en Holanda y antes de su traslado a las islas Canarias, en España.